El demandado Plan de Gestión de la Ciudad Vieja comienza a ser una realidad. Este jueves, el alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, ha presentado el documento que pretende proteger eficazmente y poner en valor el patrimonio de la ciudad, todo ello ubicado dentro del marco de conmemoración del vigesimoquinto aniversario de la declaración de Salamanca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. "Salamanca es lo que es gracias a los monumentos. Debemos mantener, conservar y proyectar el futuro de la ciudad", ha señalado.

Este documento, calificado como "intenso, minucioso y riguroso", recoge actuaciones en el entorno del casco histórico que se extiende hasta el paseo de Canalejas, la avenida de Mirat, el paseo de San Vicente y la avenida del Rector Esperabé. En total, 743 edificios han sido incluidos en este inventario para su protección.

En cuanto a las propuestas para reforzar la normativa vigente del Plan General de Ordenación Urbana, el Plan de Gestión incorpora la prohibición expresa de modificar el parcelario histórico, precisa las condiciones de medida de altura máxima de la edificación e incorpora mecanismos de impacto visual de determinados elementos singulares como los torreones de esquina o los áticos. Restringe, asimismo, las instalaciones en la fachada de la edificación catalogada, limita la posibilidad de cambios de alineación y precisa las condiciones formales de rótulos, carteles y placas en fachada.

Este plan propone la delimitación de nuevos entornos de protección de Bienes de Interés Cultural, incluyendo en lo posible manzanas completas. En este sentido, se delimita, como novedad, 21 entornos de todos los Bienes de Interés Cultural, entre ellos algunos que carecían de este ámbito, como la propia Plaza Mayor, la Torre del Aire, el Palacio de Monterrey, o las iglesias de San Marcos o de Sancti Spíritus. En estos entornos de protección no se permitirán instalaciones duraderas que alteren la visión de dichos bienes y las instalaciones de servicios, alumbrado y mobiliario deberán adaptarse a la estética de la zona, sin generar disonancias de formas, colores o materiales. 

Asimismo las intervenciones sobre arbolado y vegetación evitarán nuevas volumetrías ajenas al carácter histórico y se llevarán a cabo con especies preferentemente autóctonas. 

En cuanto a las obras de restauración de estos entornos no podrán generar alteraciones en la fisonomía externa de los edificios existentes y las intervenciones de nueva planta atenderán a la integración del entorno, pero evitarán la imitación de otros edificios.

Fernández Mañueco ha destacado que este documento únicamente es una propuesta que pretende ser enriquecido con el debate. Desde hoy estará colgado en la web del Ayuntamiento para que cualquiera que lo desee pueda acceder a él y llegar al mayor consenso posible. 

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