Los veinte tomos que componen el proyecto de ley se han confeccionado con el cumplimento del objetivo de déficit como prioridad, al igual que en 2012. "Se trata de una meta muy exigente, puesto que en 2013 el límite es del -0,7% del Producto Interior Bruto (PIB), menos de la mitad que este año. El resultado de todo ello son unos Presupuestos austeros, sostenibles, posibles, realistas y sobre todo sociales, que parten de una previsión del -0,9% de descenso de la economía el próximo año. Este porcentaje tiene su reflejo en la estimación de la tasa de paro al finalizar el ejercicio, que se sitúa en el 19,9%, 4,4 puntos por debajo del 24,3% que espera el Gobierno de España para el conjunto del país", explicó el presidente de la Junta.
Por el lado del gasto, lo primero que hay que destacar es que las cuentas del próximo año son las segundas que se elaboran teniendo en cuenta un techo no financiero, que fue aprobado por el Consejo de Gobierno el pasado 20 de septiembre. Situaba el importe máximo de los capítulos I a VII del Presupuesto en 8.726,7 millones de euros, límite que prácticamente se agota. De hecho, la suma de esos apartados asciende a 8.726,6 millones, cifra que sale de unir la previsión de ingresos no financieros (8.339,5 millones) y el déficit público permitido (que equivale a 407,2 millones). Al resultado se le han descontado 20,1 millones en concepto de ajustes de la Contabilidad Nacional.
Recesión tasa de paro del 19%
El cuadro macroeconómico del presupuesto de la Comunidad para 2013 contempla una contracción del PIB de Castilla y León del 0,9 por ciento el próximo año, cuatro décimas más que en España, frente a un crecimiento del 1,3 por ciento para la UE-27; y del uno por ciento para la UE-17. El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, destacó que la economía regional se comportará mejor el año que viene que en 2012, cuando se prevé que cierre con un retroceso del 1,5 por ciento, aunque asumió que estas previsiones “están sujetas a un importante grado de incertidumbre”, ya que dependerán del comportamiento económico de la UE y de España, así como de los mercados financieros.
Aún así, en sus previsiones recalcó que la recesión seguirá incidiendo negativamente en el empleo, y la tasa de paro pasará del 19,4 con el que se prevé cerrar 2012, al 19,9 por ciento, todavía alejada del 24,3 por ciento que se espera para la media nacional, pero peor que el 10,3 por ciento de la UE-27. El empleo medido en términos de puestos de trabajo descenderá el próximo ejercicio un 1,5 por ciento en Castilla y León, y en el conjunto nacional, un 0,2 por ciento.
Deuda e intereses
Castilla y León podrá captar en el mercado el año próximo 433,5 millones de euros, una cantidad que servirá únicamente para hacer frente a los intereses que genera la deuda ya suscrita por la Comunidad en años anteriores y que en el próximo ejercicio supondrán 431,33 millones de euros. De este modo, la Comunidad podrá cumplir con el objetivo de déficit marcado por el Gobierno del 0,7 por ciento del PIB.
En su conjunto, las operaciones financieras de la Comunidad ascenderán a 1.142,1 millones de euros, entre la deuda nueva, la de reposición (431,3 millones), los 257,8 millones de préstamos financieros, que van dirigidos a empresas y proyectos de desarrollo, y los 19,3 millones de reintegros. Esta partida, la de activos y pasivos financieros se reducirá un 18,8 por ciento, aunque el descenso significativo se produce en la capacidad de nuevo endeudamiento, donde la reducción llega al 47,13 por ciento. El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, asumió que el “continuo” endeudamiento de la Administración es “insostenible en el tiempo” y recalcó que les obliga a “dedicar partidas crecientes al pago de intereses” y “más fondos para devolver el capital prestado”. “Una razón de peso que hace imprescindible el control del déficit”, dijo durante la rueda de prensa de presentación de las cuentas de la Comunidad para 2013.
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