“Reformar la Administración de Justicia para hacerla eficiente y válida no ha sido nunca una prioridad entre los políticos”

 “Reformar la Administración de Justicia para hacerla eficiente y válida no ha sido nunca una prioridad entre los políticos”
“Reformar la Administración de Justicia para hacerla eficiente y válida no ha sido nunca una prioridad entre los políticos”
-¿Qué le parece la reforma del procedimiento penal que atribuye al fiscal la Instrucción?
-Es un tema muy discutido entre nosotros y hay opiniones contradictorias. Yo particularmente estoy claramente a favor porque a los fiscales se nos ha involucrado en todo tipo de actos penales, y en esta situación en la que estamos, creo que es lo mejor para nosotros, que se nos diera ya la instrucción de una manera total. 
 
De todas formas yo creo que a este problema hay que hacerle dos salvedades, la primera que plantea un problema grande de infraestructuras que hay que solucionar adecuadamente para que pueda funcionar porque el cambio es muy drástico, y segundo que ahora en estos momentos la reforma del proceso penal tiene que ir muy ligada a todas las demás reformas que prevé el Ministerio de Justicia porque creo que van encadenadas unas a otras, y si no se hace con una visión global  el barullo puede ser tan considerable que haya un periodo muy largo de desbarajuste.
 
-Una de las principales críticas es que la estructura jerárquica que existe en el Ministerio Fiscal pueda restar independencia
-Sí, esa es una de las críticas que se nos hace. Pero yo pienso que no se refiere tanto a la dependencia jerárquica como a la dependencia política del Fiscal General del Estado, que a su vez ordena o tiene capacidad decisoria sobre todos los fiscales de España. La dependencia jerárquica yo entiendo que en una carrera como la fiscal es completamente necesaria. Si solamente hay dependencia jerárquica y se mantiene dentro de los principios de legalidad e imparcialidad que son a los que tenemos que remitirlos, no hay problema. Los fiscales siempre hemos tenido nuestros problemas cuando ha habido influencias políticas a través de los órganos superiores a nivel general o nacional del Ministerio Fiscal.
 
-¿Y cómo se puede salvar esa dependencia política?
-En la ley tenemos resortes de importancia para tratar de reaccionar cuando entendemos que las órdenes o instrucciones que se nos dan son contrarias a la ley o improcedentes. Es decir, sí existe en la ley el mecanismo para tratar de luchar contra la dependencia política. En la práctica, y tal y como funcionan las cosas, creo que aunque ha habido una reforma en el año 2007 para tratar de reforzar la autonomía del fiscal frente al poder político, no nos debemos de engañar y en la práctica hay que pensar que depende mucho de aquel que ejerce la jefatura de hecho.
 
-La falta de personal es una reivindicación continúa ¿también faltan fiscales?
-Falta personal judicial y seguramente lo que habría que pensar es en una distribución más adecuada del personal. Pero sí que hay que señalar que en general en sitios como este territorio no podemos quejarnos de falta de personal, sí se pueden quejar en otros sitios donde el trabajo les desborda, aquí no.
 
-¿Cuáles cree que son los principales problemas del sistema judicial?
-A nivel general creo que son muchos, fundamentalmente habría que tratar de solucionar la lentitud que yo creo que es el primer problema que tenemos. Somos una administración que por diversas causas en muchas partes de España es ineficaz por lenta. En Salamanca a nivel particular creo que nos libramos. Siempre lo solemos decir, en general en todo el territorio castellano y leonés hay un buen índice de respuesta judicial y se puede decir que nosotros no tenemos ese problema. 
 
-El próximo día 20 los abogados han convocado una concentración contra la Ley de Tasas, ¿Qué efectos ha tenido esta ley?
-Yo creo que ha tenido un efecto muy claro en la reducción de la ligitiosidad civil, y sobre todo en los recursos. Como las tasas tienen una cuantía muy elevada para interponer recursos estos han bajado, pero creo que también ha bajado la intención de la gente sabiéndolo de interponer un pleito, y por lo tanto yo creo que el trabajo civil ha disminuido.
 
-¿Considera que son exageradas y que se ha perjudicado sobre todo a la clase media?
-Sí, yo creo que la crítica a las tasas no es ya tanto la existencia de las mismas, sino la cuantía. Como todas las cuestiones se debe atender a un principio de proporcionalidad y las tasas son excesivas en muchas ocasiones y lo que es excesivo es injusto.
 
-¿Qué cree que haría falta para mejorar el sistema judicial?
-Seguramente habría que adoptar una visión global que de alguna manera pudiéramos modernizarnos, porque es verdad que la administración de justicia está anclada en el siglo XIX, no se ha modernizado, no se ha informatizado y seguimos funcionando con esquemas muy anticuados. Esas será la diferencia de la Administración de Justicia con otras administraciones como por ejemplo la de Hacienda, donde se han adoptado una serie de medidas que la han modernizado. Aquí siempre nos hemos quedado atrás en todo y eso se refleja en un funcionamiento deficiente. También creo que reformar la administración de justicia para hacerla eficiente y válida del todo no ha sido nunca una prioridad entre los políticos.

-¿Cómo afectaría a la Fiscalía el hecho que desaparecieran los juzgados de fuera de las capitales de provincia?

-Si desaparecen muchos juzgados de pueblo, los fiscales no tendrían que estar en esos partidos judiciales y tendrían su residencia en la capital de provincia. En la provincia de Salamanca por ejemplo tenemos 6 juzgados y si de estos van a desaparecer 4 o 5, eso sería muy importante a la hora de calibrar qué fiscales van a realizar la instrucción y donde la van a realizar, porque así no se tendrían que ir a los pueblos. 
 
Los fiscales en estos momentos tenemos todos la residencia oficial en Salamanca, no hay destacamentos de fiscales en los partidos judiciales. Si tuviésemos la instrucción estando como están ahora los juzgados, si subsistieran así, habría fiscales que tendrían que irse a los pueblos. 
 
Ahí se ve la influencia clara, nos influirá a todos la supresión de los partidos judiciales. Yo estoy claramente a favor de la supresión de los partidos judiciales de los pueblos. Creo que una persona acude a la administración de justicia muy pocas veces o ninguna en su vida y que en general en todas las administraciones no pasa nada por acudir a la capital de provincia. Si estamos anclados en el siglo XIX es porque estas distribuciones de partidos judiciales de pueblo se hacían pensando en una distancia de los pueblos frente a la capital que eran muy difícil de llevar porque no había medios de comunicación. Con los medios de comunicación de hoy en día por ejemplo aquí en la provincia de Salamanca me parece que tiene muy poco sentido mantener los juzgados de pueblos o la mayoría de ellos que tenemos aquí. Y eso creo que se puede repetir en la mayoría de los puntos de España.
 

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