El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este jueves los datos del Censo de Viviendas 2011, en el que se muestra la importancia que el sector de la construcción tuvo durante la última década. Así, la provincia de Salamanca cuenta con 35.000 viviendas más, al pasar de 201.970 en 2001 a las 236.869 cuando se realizó el reciente censo, con un incremento del 17 por ciento. De esta cantidad, 143.000 viviendas son principales, pero hay 59.000 secundarias, entre las quince provincias de España con más porcentaje, que se podrían sumar a 33.000 vacías en una provincia con decenas de miles de pisos desocupados habitualmente.

El estallido de la burbuja inmobiliaria ha dejado un sector que ya no es la sombra de lo que fue, tanto en la construcción de viviendas como en movimiento de dinero, sobre todo en una provincia como Salamanca, donde fue un pilar fundamental en la economía local. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el importe medio de las hipotecas se ha reducido en 45.000 euros durante la crisis, al pasar de 135.100 euros en enero de 2008 a 89.300 el pasado mes de enero.

 
Y es que apenas se rubrican cinco contratos al día en toda la provincia de Salamanca, con 145 hipotecas sobre viviendas en enero de este año, cuando hace cinco, antes de estallar la recesión, eran el triple, 548, llegando a superar las setecientas durante aquella primavera con hipotecas que no bajaban de los 120.000 euros. Tiempos en que los bancos concedían créditos casi sin aval, sin valorar los riesgos y por importes muy elevados.
 
Ahora el dinero en efectivo se impone en las compras de vivienda. El recelo de los bancos a financiar la adquisición de una casa ha provocado que ya solo cuatro de cada diez compradores recurran a las hipotecas, la vía más habitual en los años de la burbuja inmobiliaria. Su estallido y las dificultades del sistema financiero han impuesto otras alternativas entre los particulares, como el pago en efectivo o el alquiler con opción a compra, si bien sólo algunas empresas se están atreviendo a realizar compraventas.
 
Cada  vez son menos los ciudadanos que se atreven a dar el paso de comprar una vivienda, aunque en la recta final del año el mercado se ha recuperado gracias al incentivo que suponía el fin de los beneficios fiscales y la subida del IVA. Con todo, ya son menos los compradores que recurren a una hipoteca, que los que echan mano de sus ahorros o buscan otra vía para comprar una vivienda. Mientras en 2007 eran más los que financiaban con un préstamo hipotecario la adquisición de su vivienda, en 2012 solo un tercio de las compras se utilizó este producto bancario, según los datos que maneja el Consejo General del Notariado.
 

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