El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado datos sobre el salario de las personas con discapacidad, mostrando que existen diferencias importantes, aunque deben matizarse en función de otras variables laborales y personales como el tipo de contrato, de jornada, ocupación, antigüedad, nivel de estudios… ). En términos globales y desde el punto de vista laboral, el aspecto más significativo para el colectivo de las personas con discapacidad legalmente reconocida es su baja participación en el mercado de trabajo. Así, presentan una tasa de actividad del 36%, casi cuarenta puntos inferior a la de la población sin discapacidad, una tasa de ocupación del 27%, menos de la mitad que la del caso sin discapacidad, y una tasa de paro del 23%.
En este contexto, el salario bruto anual medio de los asalariados con discapacidad fue de 20.553,3 euros por trabajador, un 10% menos que para las personas sin
discapacidad, que percibieron 22.842,6 euros de media. Así pues, la ratio salarial entre los trabajadores con y sin discapacidad, en términos porcentuales, fue del 90%. El salario medio bruto mensual, que excluye pagos extraordinarios, fue de 1.534,8 euros por trabajador con discapacidad, también un 10% inferior al caso sin discapacidad.
Una vez deducidas las cotizaciones a la Seguridad Social a cargo del trabajador y las retenciones del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) se obtiene el salario neto mensual que fue de 1.278,3 euros para el caso de trabajadores con discapacidad, un 5% inferior al salario neto de las personas sin discapacidad. La reducción que se produce en las diferencias salariales entre los colectivos de personas con y sin discapacidad cuando se valoran los salarios en términos netos se debe fundamentalmente a las ventajas fiscales establecidas para las personas con discapacidad (reducciones sobre rendimientos netos del trabajo e incremento del mínimo personal y familiar, entre otros).
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