La Consejería de Sanidad asignará a cada usuario un grado que definirá su situación clínica dentro de una escala de cuatro niveles. Esta estratificación de la población, que estará lista a finales de verano, se 'subirá' a la plataforma informática de Sacyl para que pueda ser consultada por los profesionales a principios de 2014, lo que permitirá ajustar la respuesta asistencial a las necesidades y riesgos del paciente.
 
Para ello, Sanidad ha diseñado una pirámide con cuatro grados o niveles (GO, G1, G2 y G3) en virtud de las necesidades de asistencia y en previsión de la demanda de atención y consumo de recursos. Para ello, ha realizado un complejo análisis, cruzando la información de diferentes bases de datos (historia clínica y otros registros), lo que está siendo desarrollado por las direcciones generales de Asistencia Sanitaria y Planificación e Innovación.
 
El siguiente, el G1, agrupará a los pacientes que tienen una enfermedad crónica en un estadío inicial o en una fase estable, el 80 por ciento. Para ellos, Sanidad entiende que es suficiente que los servicios de Atención Primaria se encarguen del control y atención del proceso clínico, siguiendo la metodología fijada. Además, la Consejería considera necesario facilitar a estos pacientes mecanismos para que se responsabilicen con el cuidado de su problema de salud.
 
Los dos últimos niveles incluyen a pacientes pluripatológicos -más de una enfermedad crónica-. El G2 está reservado para los enfermos con varios procesos o con uno sólo, pero en estado avanzado. El control de estos enfermos, que representan el 15 por ciento, se realizará desde Primaria, aunque con apoyos puntuales del especialista, a través por ejempleo de las interconsultas. El cuarto, G3, incluye a los pacientes severos, con procesos avanzados y que requieren un atención sanitaria elevada.

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