Los nuevos recortes a la educación anunciados por el Gobierno en una cuantía superior a los 3.000 adicionales a los ya conocidos del 21% incluidos en los Presupuestos Generales del Estado "van a llevar a una descenso en la calidad educativa y a un brutal endurecimiento de las condiciones laborales del profesorado". El sindicato CSI-F rechaza que se adopten medidas unilaterales "con el único propósito de reducir gastos en aquellos aspectos muy sensibles que pueden suponer alivio a corto plazo y más dificultades a medio y largo plazo".

A su juicio, los recortes anunciados van directamente al centro neurálgico de la educación. "Subir ratios, acabar con los programas de atención a la diversidad y endurecer hasta límites difíciles de comprender las condiciones laborales del profesorado van a producir muchos más problemas de los que van a resolver. Las consecuencias de los recortes anunciados pueden suponer un efecto nefasto para los intereses de la sociedad española, que verán cómo los niveles educativos retroceden treinta años", explica en un comunicado.

 
Y advierte que "nuestro camino va una vez más en dirección contraria al de los países de nuestro entorno, lo que supondrá retrasar la salida de la crisis y un verdadero problema para la formación de las generaciones futuras que van a ver, de nuevo, como los indicadores educativos se alejan de los europeos, primer paso para el alejamiento económico, social y político. Lamentablemente vemos una vez más cómo las medidas de ajuste se ceban con los funcionarios y con los servicios públicos y no adoptan medidas de calado que vayan a solucionar los problemas donde realmente están".
 

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