Los salmantinos no atienden a refranes del tipo ?más vale pájaro en mano que ciento volando?, y en tiempos de crisis, depositan sus deseos y necesidades en un sueño en forma de billete de Lotería del Niño. Las administraciones que los venden aseguran que la participación es muy similar a la de otros años. Incluso alguno se muestra optimista, y calcula que las ventas pueden hacer ascendido sensiblemente.
El tiempo no está favoreciendo, sin embargo, que la gente salga a la calle y decida pasarse por las administraciones, teniendo el calor de su casa, donde seguro que no van a mojarse. Y es que la lluvia, aunque no muy intensa, incomoda a los transeúntes y no invita a pasear. El ambiente navideño y abarrotado de gente está siendo sacrificado por el mal tiempo.
Pero los salmantinos, fieles a su lotería, seguirán acudiendo hasta el último momento. Puede que merezca la pena mojarse un poco por la posibilidad de ingresar unos cuantos ahorros, o por un posible empujón a la hora de, como suele decirse, tapar agujeros.
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