Música, danza, intervenciones artísticas y juegos en los que han participado personas de todas las edades, precedieron a la lectura del manifiesto por la felicidad de Salamanca en el que se reivindicó públicamente la importancia de “lo sencillo, lo auténtico, lo pequeño, lo cotidiano, la sorpresa y la apertura”, como elementos “que nos produce más satisfacciones”.
La llave de la felicidad, proseguía el manifiesto, “está en nosotros y todos poseemos las herramientas para ser felices si queremos utilizarlas”. Cuando somos felices, añadía el alegato, “damos lo mejor de cada uno porque lo que ocurre en nuestra vida es un reflejo que existe dentro de nosotros a nivel mental y emocional”.
La lectura se convirtió en una permanente recomendación para acudir a los valores que hacen de nosotros personas únicas porque en ellos está la esencia para ser feliz. También, proponía el manifiesto, la felicidad se puede lograr gracias a la suma de todos y siempre con una actitud positiva.
"Si el centro de Salamanca está en la Plaza Mayor y la mente en la Universidad, el corazón de la ciudad está en el barrio del Oeste", afirmó Julio de la Torre en la presentación de la cita en la sede de ZOES. Multitud de salmantinos se unieron a la declaración oficial "Estoy comprometido con mi felicidad y la felicidad de las personas que nos rodean". Además, se grabaron unas 'perlas de felicidad' que serán subidas luego al canal que ZOES tiene en youtube.
La Universidad de la Felicidad y la empresa Alegria Coaching fueron los encargados de desarrollar las actividades e una plaza que se dividió en varias zonas (infantil, talleres de alto impacto) junto a una sonrisa gigante en la que cada persona dejó su propia su huella. Todo ello estuvo ambientado con música de artistas locales capaces de generar un ambiente de festividad.
El objetivo es hacer de la celebración un evento anual en que pasar unas horas divertidas para potenciar mentalidad de sonreir, agradecer y compartir. Y es que, según afirmaron en la presentación, "nos han enseñado a tener y no nos han enseñado a ser, a poder meterse hacia el interior y ser feliz".
Origen del Día Internacional de la Felicidad
El origen del Día Internacional de la Felicidad se remonta a los años 70 cuando el país asiático de Bhutan aparece como el primero en el índice de la felicicidad al potenciar una economía sostenible, el respeto por el medio ambiente y una política dirigida al bienestar de sus ciudadanos. Naciones Unidadas decidió hacer en 2012 una declaración instando a los gobiernos de distintos países a favorecer políticas como las de Bhutan para aumentar el bienestar de los ciudadanos.
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