Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes afecta a más de 346 millones de personas en el mundo. En España, la incidencia se sitúa en torno a un 13’8 por ciento y se prevé un aumento significativo en los próximos años. En este sentido, la retinopatía diabética es una de las complicaciones más frecuentes asociadas a la diabetes y supone la principal causa de ceguera en la población en edad laboral activa (entre 25 y 65 años) en los países industrializados. Por ello, es importante controlar la salud visual de esta población, realizando al menos a un examen oftalmológico al año que permita detectar precozmente la enfermedad.
 
Con el objetivo de facilitar la realización de este tipo de exámenes, el Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de la Universidad de Valladolid y la empresa eDiagnostic han puesto en marcha un proyecto piloto de teleoftalmología en tres centros de salud de la provincia de Valladolid, en Medina de Rioseco, Peñafiel y Tordesillas. Como explica a DiCYT (www.dicyt.com) Diana Bravo, responsable del proyecto por parte de eDiagnostic, “el objetivo es acercar la atención oftalmológica a mayores rangos de población y en relación a un problema de máxima actualidad como es la retinopatía diabética, teniendo en cuenta que la diabetes está incrementando su incidencia”.
 
El proyecto, que surgió hace ahora un año, se basa así en la telemedicina para diagnosticar precozmente patología retiniana en pacientes diabéticos. “La retinopatía diabética tiene actualmente tratamiento y si se diagnostica precozmente el pronóstico de la enfermedad es bastante bueno, pero si el diagnóstico se realiza en fases más avanzadas la pérdida de visión puede ser ya irreversible”, asegura la experta.
 
La iniciativa consiste en la atención de los pacientes diabéticos en los centros de salud de estas tres localidades de la provincia. En estos centros de Atención Primaria se realiza una exploración de fondo de ojo (los tres centros disponen de un retinógrafo no midriático, una cámara que permite tomar imágenes digitales del fondo de ojo). La fotografía, junto con la historia clínica, se transmite a los oftalmólogos del Hospital Clínico Universitario de Valladolid a través de una plataforma online y son éstos quienes realizan un diagnóstico.
 
“No todos los pacientes a los que se detecta la enfermedad tienen que pasar a Atención Especializada sino que pueden ser controlados y monitorizados desde Atención Primaria. Esto supone varias ventajas tanto para los pacientes, que no tienen que desplazarse y evitan las largas listas de espera, como para el sistema sanitario ya que no se saturan las listas de Atención Especializada, y solo se deriva a aquellos pacientes que necesiten ya recibir tratamiento”, detalla Bravo.
 
Aunque ya se han realizado en diversas regiones españolas otras experiencias similares que no han tenido continuidad en el tiempo, el objetivo de este proyecto es consolidar un programa de teleoftalmología al que puedan adherirse todos los centros de salud que dispongan de un retinógrafo. De este modo, “aunque el proyecto piloto en Medina de Rioseco, Tordesillas y Peñafiel está en fase de finalización, se espera evaluar sus resultados y plantear un estudio con el fin de implementar el programa definitivamente en éstos y en otros centros de salud”.

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