Intersecciones, trazados antiguos, incorporaciones situadas al mismo nivel, tramos montañosos, curvas, necesidad de invadir el sentido contrario para adelantar... son algunas de las características que definen algunos tramos de los aproximadamente 150.000 kilómetros de carreteras secundarias (carretera convencional que no dispone de una separación física de ambos sentidos de circulación) que hay en España y que pese al menor tráfico que soportan respecto a las vías desdobladas (autopistas y autovías) presentan una alta siniestralidad.
Por este motivo, la Dirección General de Tráfico puso en marcha la semana pasada una nueva campaña de vigilancia y control en las carreteras secundarias con el objetivo de conseguir comportamientos más seguros entre los conductores que circulen por estas vías y por lo tanto una reducción de accidentes y de lesiones.
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