Un informe de la Agencia Tributaria muestra que los autónomos no llegan, en su mayoría, a la categoría de mileurista. De media, el 76% de los trabajadores por cuenta ajena se embolsan un total de 883 euros al mes una vez que se han descontado sus obligaciones fiscales. Así, en 2010 acumularon un beneficio neto medio de 10.602 euros, el peor dato desde que comenzó la serie histórica en 2003. Una pérdida de beneficios que los propios afectados tienen claro que proviene del bajón de actividad que se ha registrado por culpa de la crisis. 
 
Además, la diferencia de tributos entre asalariados y autónomos españoles es, a día de hoy, más grande que nunca. En la actualidad, un trabajador con nómina gana de media 8.663 euros más que un autónomo, a pesar de que estos últimos tienen permiso para reducir su base imponible en función de los gastos asumidos en el ámbito de su trabajo. 
 
En la actualidad, según Hacienda, la tercera parte de los autónomos de los que están dados de alta tributan por el método de estimación objetiva, más conocido como por módulos. En un sistema que ahorra mucho papeleo, estos trabajadores no declaran en función de sus beneficios y lo hacen a partir de elementos objetivos como los metros cuadrados de su negocio o el número de empleados a su cargo. Precisamente serán los más afectados de los cambios de la ley que pretende luchar contra el fraude fiscal, pues sólo permitirá tributar por variables a aquellos empresarios que facturan más de la mitad de su negocio a otros empresarios.
 

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