Esta medida no es pionera, pues ya se aplica en otras catedrales e iglesias de relevancia de España. "Se está perdiendo el carácter sagrado, hay tardes que la Catedral parece la Plaza Mayor o la Rúa, estaba degenerando en ser como la calle, haciéndose hasta carreras. Esto no puede ser y así lograremos un clima de respeto y silencio", explica Ángel Rodríguez. De ahí el establecer la entrada a partir de este jueves, colocándose unas máquinas en cada entrada para sacar la entrada. "Estará todo automatizado", añade el deán de la Catedral.
Ángel Rodríguez destaca que el precio se mantiene y se incorporan unas audoguías individuales con cada entrada, con información turística y religiosa sobre la historia y arte del templo. "Queremos contribuir a una formación auténtica y se podrá escuchar todas las veces que se quiera, contribuyendo también así a ese clima de silencio y a mejorar la oferta turística de la Catedral", añadió el deán.
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