Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha pedido en el Congreso de los Diputados que se reajuste el Estado de las autonomías para reducir el déficit en lugar de recortar el Estado del bienestar y unos servicios fundamentales que deben defenderse "con uñas y dientes", según ha expresado la portavoz de UPyD, Rosa Díez. En este sentido, el partido magenta ha criticado que el Partido Popular prefiera arruinar al ciudadano a través de una posible subida de impuestos antes que reducir gastos renunciando a su tinglado de ayuntamientos y diputaciones.
Del mismo modo, el coordinador territorial de UPyD en Castilla y León, Félix Sánchez Montesinos, ha defendido la propuesta presentada hoy por Díez que aboga por suprimir despilfarros antes de pensar en subir impuestos, y esto pasa por suprimir diputaciones, fusionar ayuntamientos o cerrar aeropuertos desérticos. Asimismo, Sánchez Montesinos ha lamentado que PP, PSOE e IU hayan votado en contra de la moción de UPyD para eliminar las diputaciones y agrupar municipios, y que el Ejecutivo de Mariano Rajoy parezca optar por seguir subiendo los impuestos para llegar al objetivo de déficit marcado por Europa, que se ha endurecido del 5,8 al 5,3% -que se traduce en un recorte de 5.000 millones de euros-, y prefiera esquilmar los bolsillos del ciudadano antes que renunciar a la ineficiente red de microayuntamientos y diputaciones.
Según un estudio elaborado por UPyD acerca del sobrecoste del Estado de las Autonomías, las comunidades autónomas desperdician en mala gestión 21.500 millones al año. A esta cantidad habría que añadir 5.500 millones que se pierden por la ineficiencia de los municipios. El estudio constata que durante la crisis las autonomías no han frenado el despilfarro, sino todo lo contrario. El sobrecoste ha pasado de 15.219 en 2008 a 21.518 en 2011, y en Castilla y León se cifra en 6.212 millones desde 2001 hasta 2011. El análisis de UPyD también se detiene en el gran número de diputados autonómicos, el desastre de las TV públicas y el gran número de competencias duplicadas entre administraciones, es decir, aquellos servicios que prestan tanto el Estado como las comunidades e, incluso, los municipios.
Ordenación del territorio
En cuanto a la ordenación del territorio, desde UPyD se defiende la necesidad de fusionar municipios, ya que España no se puede permitir tener un mapa municipal con 8.112 municipios, más de mil de los cuales no llegan a cien habitantes. Mientras que otros países europeos nos aventajan en este proceso de fusión de municipios, España mantiene un modelo del siglo XIX que defiende un modelo con un considerable número de pequeños municipios que carecen de medios económicos y materiales suficientes para prestar los servicios que se les atribuyen.
Este problema, en Europa, fue atajado después de la Segunda Guerra Mundial. En Dinamarca hasta 1970 se redujeron de 19.388 a 277 municipios, en los Países Bajos pasaron de 1.012 a 862, y en Bélgica de 1.259 a 589. En Alemania se cifraban en 19.868 en 1974 y se redujo a unos 8.000 con una población media de entre 5.000 y 6.000 habitantes. Reino Unido pasó de 1.520 municipios a 400 en la década de los 80. Actualmente, el Consejo de Europa estudia y recomienda la fusión o agrupación de municipios.
La capacidad para la prestación de servicios de calidad, la necesidad de simplificación y la pertinencia de la economía de escala, la lucha contra la corrupción y el amiguismo que se amparan en la proximidad aconsejan el establecimiento de políticas públicas de fusión de municipios. Además, se conseguirían ahorros evidentes como la eliminación de empresas y fundaciones redundantes, número de empleados públicos, coches oficiales, dietas, liberación de inmuebles y supresión de cargos políticos: de los 48.733 concejales que hay en los 6.821 municipios de menos de 5.000 habitantes podría pasarse a 13.000 concejales, si se fusionaran en mil municipios de 5.000 habitantes, y de los 62.158 ediles que hay en los 7.727 municipios de menos de 20.000 habitantes podría pasarse a 17.000 concejales si se fusionan en mil municipios.
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