El principal problema viene a través de los alumnos de la USAL que han salido a disfrutar de una beca Erasmus a otra universidad europea durante un curso. Al no coincidir exactamente los planes de estudio de los grados, el alumno se encuentra en determinados casos con que no puede cumplir con los requisitos de matrícula que establecen las normas de permanencia de la Universidad salmantina. Una situación que, además, se ve complicada en algunos casos por la reducción del número de créditos de los que se matriculan los estudiantes, que ajustan más la matrícula a aquellas asignaturas que creen que pueden superar sin problemas en un año académico para evitar tener que pagar segundas o terceras matrículas a consecuencia del fuerte incremento de las tasas académicas en los últimos años.
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