Hubo un tiempo en que al caer la noche la oscuridad se adueñaba de las calles de la capital del Tormes, en que los recónditos callejones del casco histórico de Salamanca se antojaban en bocas de túnel por la cual transitaban los charros a la tenue luz de los cirios. Esta singular estampa propició la denominación de algunas vías. Es el caso de la calle de Las Velas.
 
A mitad de trayecto de la calle Meléndez sale una pequeña y estrecha calzada en dirección hacia la plaza de San Benito. Su nombre proviene desde antiguo por la presencia de una importante cantidad de velas para dotarla de iluminación. Pero, ¿por qué motivo ésta y no otra calle obtuvo tal nomenclatura?
 
Según el historiador José María Hernández Díaz, en esta calle se encontraba un puesto de guardia para vigilar los numerosos palacios que rodean la zona. Aunque otras hipótesis señalan a esta calle en los itinerarios de la Semana Santa, siendo uno de los lugares por donde las procesiones transcurrían con la única luz de las velas. Y es que hay rincones en la vieja Salamanca que aún guardan una magia especial.
 

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído