La línea ferroviaria de media distancia entre Salamanca y Ávila no fue finalmente suprimida este verano, pero desde hace un mes dispone de peores trenes para sus pasajeros. El Gobierno decidió que los vehículos de la línea más vetusta con que cuenta Renfe regresaran a la provincia charra para circular en las líneas hacia Valladolid, Palencia y Ávila. Tan sólo ha pasado un mes y ya son varios los incidentes.
 
El presidente del comité de empresa de Adif, Claudio Sanz, asegura que los viejos trenes que han vuelto a circular, los TRD 594, están sufriendo constante averías. De hecho, recientemente dos de estos trenes se han quedado tirados. “Son los mismos que antes. Los nuevos los han llevado a Zaragoza, Extremadura y Soria, y nos han vuelto a traer los viejos. Hemos retrocedido”, se quejan, y añade: “Siguen dando los mismos problemas que antes”. 
 
Los antiguos trenes regionales diésel (TRD) de la serie 594, que fueron retirados hace tres por los continuos problemas que experimentaban, tanto en retrasos como incomodidades para sus usuarios, vuelven a circular por las vías de Salamanca en lugar de los modernos trenes diésel de media distancia de la serie 599. Un logro a base de numerosas protestas vecinales, con manifestaciones incluso a las puertas de la estación de ferrocarril. 
 
Los trayectos desde Salamanca afectados son Salamanca-Ávila y Salamanca-Valladolid-Palencia. Se da la circunstancia de que en este último recorrido, los pasajeros se ven doblemente perjudicados, ya que además del cambio en el vehículo que presta el servicio, se añade el hecho de que no existe revisor en algunas de sus frecuencias.

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