El pasado mes de diciembre ocupaba el octavo lugar en la candidatura de Podemos por Madrid. Jorge Lago es el 'cunero' del círculo de Pablo Iglesias que encabeza la candidatura de la confluiencia Unidos Podemos para el Congreso de los Diputados por Salamanca. Una decisión controvertida desde el primer momento por su condición de foráneo y por haber trascendido su acomodada posición económica gracias a su patrimonio heredado. Lago apuesta por el cambio en las instituciones y promete soluciones para los problemas de los salmantinos. 

- La campaña de Unidos Podemos está siendo intensa en Salamanca con la presencia de varios de los primeros espadas del partido. ¿Por qué?
- Por dos razones. La primera porque en estas elecciones, que hubiésemos preferido que no se celebrasen y nos tomamos como un partido de vuelta, Salamanca es una de esas provincias muy importantes. También es muy importante que el cambio llegue a Salamanca y que el deseo mayoritario de cambio que se está expresando a través de las encuestas, junto al voto masivo que hubo el 20 de diciembre, se traduzca en escaños el 26 de junio. El escaño de Salamanca es, sin duda, importante. 

La segunda razón, que es todavía más importante a mi juicio, es que Salamanca es quizá el ejemplo más perverso y sin embargo perfecto de lo que ha significado la política del Partido Popular en este país. Una tierra rica, con un patrimonio cultural prácticamente sin igual en el conjunto del Estado y sin embargo, una tierra que se despuebla y sus jóvenes se tienen que ir porque no hay futuro para ellos. Una tierra en la que el dinero que hay se destina más a empresas amigas y a tramas de corrupción que a crear tejido productivo y generar empleo. Es esa ausencia de modelo lo que tenemos que revertir el 26 de junio.

- Encuestas ponen en el aire el escaño que obtuvo Ciudadanos en diciembre y le convierten a usted en el candidato a ocuparlo, sin embargo, hubo malestar en Izquierda Unida por su nombramiento al ser foráneo, ¿puede influir en que haya menos votos de los que resultarían de la suma del 20D?
- Llevo haciendo campaña y precampaña aquí lo suficiente como para ver una enorme ilusión en torno a toda la gente que está por el cambio. Veo ilusión en toda la gente que ha votado a Izquierda Unida o a Equo, o incluso al Partido Socialista o Ciudadanos y que ve que Unidos Podemos puede representar el cambio el 26 de junio. 

No estoy viendo críticas si no al revés, ilusión y apoyo. Los actos se están llenando como nunca se habían llenado en Salamanca y la gente, cada vez que salimos a la calle a pasear, nos pregunta con mucho interés por lo que vamos hacer para crear empleo, para que no haya despoblación o exilio, o para que la agricultura y la ganadería de esta tierra recuperen la capacidad productiva que nunca debió perder e incluso que la incremente. Vemos ilusión cuando hablamos con gente de la Universidad que necesitan que no sea dejada de lado, que no se abandone la inversión, que se contrate a gente o que se impida que alumnos y profesores se tengan que ir de aquí. Lo que vemos es ilusión y mucha. Mucho apoyo popular y honestamente me ha sorprendido encontrar tanto.

- No es salmantino y no ha guardado ninguna relación estable con Salamanca en el pasado, ¿por qué cree que los salmantinos deben confiar en usted para luchar por sus intereses?
- No deben confiar en mí. Deben confiar en un equipo de trabajo muy amplio. Estamos trabajando con gente que conoce de cerca la Universidad, como investigadores y profesores. También con gente que conoce la sanidad de esta tierra, como médicos o gestores de hospitales, con gente que ha trabajado en las urgencias y conoce de primera mano el eterno retraso y la eterna pérdida de capacidad de acción que tiene el Hospital de Salamanca, así como los intentos constantes de cerrar las urgencias. Lo hemos visto con los vecinos defendiendo las urgencias en Vitigudino, por ejemplo. 

Estamos trabajando con expertos que conocen de primerísima mano la realidad del campo, de las cooperativas de producción y de los ganaderos, como las dificultades que tienen por las características de esta tierra y sus dehesas y que trabajarán por una economía agraria competitiva. Contamos, por tanto, con un equipo muy preparado de gente que conoce de primera mano la realidad de esta tierra y es con ellos con los que vamos a gobernar. No tienen que confiar en mí, tienen que confiar en un proyecto político colectivo que es el que representa Unidos Podemos, con una gran parte de la sociedad civil que se ha organizado en torno a él. Creo que poco importa dónde ha nacido uno, si luego vemos, en el caso del resto de diputados, que no aparecen por aquí en los cuatro años de legislatura y ponen en marcha leyes que van en contra de su tierra. Lo vemos con el ejemplo de Bermúdez de Castro de forma especialmente clara.

- ¿Está aquí porque cree que tiene más opciones de entrar en el Congreso de los Diputados que ocupando el lugar que ocupaba en la lista por Madrid?
- No. Siempre quise representar a Salamanca. Estoy aquí porque soy el responsable de cultura y de formación del partido y nos parecía que Salamanca aúna mejor que ninguna otra provincia esa doble realidad. Es un espacio en el que la cultura, la Unviersidad y la formación son centrales. 

Salamanca es una tierra en la que utilizando bien los recursos, aunando formación, cultura y patrimonio natural, se puede formar un tejido productivo en contra del modelo de Partido Popular, que es básicamente exilio, el turismo barato y el empleo precario. La cultura entendida en un sentido amplio como riqueza de los pueblos, puede ser el motor de un tejido productivo del siglo XXI, como lo fue la automoción o la industria pesada en el siglo XX. El PP no ha entendido que Salamanca tiene todos los ingredientes necesarios para crear empleo, riqueza y prosperidad.

- ¿Cuáles cree que son los principales problemas de Salamanca?
- Son muy claros. La ausencia de modelo productivo que hace que se vayan nuestros jóvenes, los mejor preparados incluidos, porque no encuentran empleo estable. La necesidad de un cambio de modelo también en el campo para evitar la despoblación, que necesita de la aplicación de la investigación y el desarrollo para las cooperativas de producción y la pequeña y mediana empresa agrícola. Eso es fundamental. Tenemos que atajar la despoblación porque se van cada día cuatro, cinco o seis personas para no volver. Muchos más de hecho. Lo que pasa es que se compensan con los estudiantes que vienen pero se quedan muy poquito tiempo y no dejan tanto dinero como podría generar un modelo productivo estable. 

Hay un franco deterioro de la sanidad, se cierran los centros de urgencias en los pueblos. ¿Cómo se van a tener hijos si luego no va a haber pediatra en el pueblo? Nuestros abuelos sufren y tienen miedo de caer enfermos porque tienen el hospital más cercano a 80 kilómetros y no hay una ambulancia o una UVI móvil que les pueda llevar.

La tasa de profesores provisionales es la más alta de toda Castilla y León, muy por encima de lo que se había pactado con la Junta que era un 7% y aquí estamos por encima del 22%. Eso hace que los profesores no se queden suficiente tiempo en esta tierra y que no puedan implementar planes de innovación educativa, que son los que se necesitan para que nuestra gente pueda quedarse aquí, estando bien formada. 

Por supuesto, la Universidad que pierde alumnos e inversión año tras año. Cuenta con un profesorado que no se renueva y que, en su gran mayoría, trabaja en condiciones altamente precarias. Son profesores asociados que cobran claramente por debajo de lo que cobran los catedráticos y se acaban yendo a otras universidades extranjeras. Además la Universidad está dejando de invertir en centros de tecnología punta. El Parque Científico, que es puntero, está perdiendo capacidad competitiva con respecto a otros espacios europeos y españoles. El Centro de Investigación contra el Cáncer, que es referencia a nivel nacional, está perdiendo capacidad de innovación e investigación. La Universidad tendría que estar al servicio de su tierra y está siendo lo contrario, está perdiendo capacidad y dinero. Tenemos que equipararnos a la media europea en inversión en I+D+I, en definitiva, tenemos que revertir esa ausencia de modelo productivo y eso se hace invirtiendo en conocimiento y trayendo investigación a nuestra tierra.

Otro problema son las pensiones. Tenemos que asegurarlas y para eso no podemos vaciar la caja de la Seguridad Social como está haciendo el PP que la ha reducido a la mitad. De 60.000 a 30.000 millones. Para que nuestros mayores puedan vivir tranquilos, tenemos que crear empleo para que haya cotizaciones  y que no haya empleos de 400 euros, allí donde antes los había de 1.000 euros. Tenemos previstos proyectos de reforma fiscal que permitan al estado ingresar más, como un impuesto que ha propuesto el Partido Socialista y con el que estamos de acuerdo, que pretende gravar a las altas fortunas y a las empresas más grandes, y tener capacidad de pago para sostener el sistema de pensiones.

- ¿Cómo considera que Unidos Podemos puede solucionarlos?
- Fundamentalmente con voluntad política. La crisis que hemos vivido no es económica, es política por encima de todo. Ha habido un despilfarro y una corrupción que ha hecho que el dinero que podía haber generado riqueza se haya ido a manos privadas y haya sido para unos pocos y no para la mayoría. 

Se hace equiparándonos a la media europea en el pago de impuestos. Las grandes empresas y las altas fortunas pagan mucho menos que en el resto de Europa. Nos hemos apretado el cinturón todos menos unos pocos y ya es hora de que esos privilegiados se lo aprieten también. Que nos equiparemos a la media europea y el Estado tenga capacidad para poner en marcha el motor de la economía privada, que está ahora asfixiada, ahogada y no puede por sí misma. 

El Estado, invirtiendo bien y con cabeza, puede generar mucha riqueza. Lo hemos visto en el resto de países, no se sale de la crisis abaratando el despido, ni recortando con proyectos de austeridad dictados por la señora Merkel. Se sale de la crisis gastando con criterio, como ha hecho Estados Unidos con el señor Obama y los países que están funcionando en la Unión Europea.

- ¿Cuáles son los sectores que se deben potenciar en esta provincia para generar más empleo y de mayor calidad?
- Hay tres sectores que son absolutamente fundamentales y a los que debería destinarse el esfuerzo de las administraciones. Por un lado, hay que acabar con el turismo de despedidas de soltero y de borrachera de fin de semana, que no genera ingresos además de deteriorar la ciudad estética y socialmente. Debemos dirigirnos a un turismo de calidad que tiene que estar necesariamente articulado por la inversión en cultura. Hay que lanzar programas de desarrollo compitiendo por arriba y no por abajo. 

Se crea empleo poniendo la Universidad al servicio de su tierra. Que ayude a la investigación, por ejemplo, de nuevos cultivos o mejoras en el sistema de distribución, a generar ayudas a las cooperativas para que puedan exportar y a que puedan hacer una ganadería y una agricultura ecológica que tienen un inmenso mercado a menos de dos horas, que es el de Madrid.

Se debe invertir en infraestructuras para que haya internet en las zonas rurales y así las empresas puedan instalarse allí y comercializar sus productos. También hay que tener buenos servicios públicos. Si no hay hospitales y colegios públicos potentes, la gente se va a ir de esta tierra y no pagará impuestos aquí, por lo que no generará riqueza aquí.

- Una de las propuestas más controvertidas de Unidos Podemos es la llamada renta mínima garantizada, ¿es sostenible desde el punto de vista del gasto público?
- Lo que estamos planteando ahora mismo es la necesidad de subir el Salario Mínimo Interprofesional y asegurar las rentas. Con salarios bajos y sin poder de compra, las empresas cierran porque no tienen consumidores. Competir por abajo con China está abocado al fracaso, lo que estamos planteando es por necesidad, no solo de justicia social, sino por pura eficiencia económica. Tenemos que asegurar salarios garantizados más altos para la población, generando mayor poder de compra y mayor demanda y consumo internos. Hay que ir hacia un programa, que no es de aplicación inmediata sino que tiene que ser paulatino, en el que se asegure a todos los ciudadanos ingresos suficientes para reducir la desigualdad económica.

- El programa de Unidos Podemos contempla una reforma fiscal para aumentar los ingresos públicos, ¿cómo se articularía?
- Tiene que ser una reforma fiscal progresiva que no haga que se produzca la paradoja que se da ahora, que paga los mismos impuestos una persona que gana 60.000 euros al año que alguien que gana 350.000. Es importante que se luche contra el fraude fiscal, tenemos uno de los índices más altos de Europa, y no es un problema cultural, es un problema político.

Defraudan las empresas que luego subvencionan las campañas electorales y que son contratadas por las administraciones públicas sin criterios de transparencia y de concurrencia. Hay que equipara a España a la media Europea y que se pague el tipo real, no el nominal porque luego hay todo tipo de exenciones, y al final, con ingeniería fiscal y conocimiento muy preciso de la leyes, pagan muchos menos impuestos que la empresas similares europeas.

Además hay que poner al servicio de las administraciones de Hacienda recursos para la lucha contra el fraude fiscal. Lo dicen los técnicos de Hacienda, un euro invertido en la lucha contra el fraude, genera 10 euros de ingresos del Estado. En lugar de eso, lo que hemos visto es como el Partido Popular hacía amnistías fiscales para que sus empresas amigas no pagaran impuestos. Ser patriota es pagar impuestos en España, no ponerse banderas y luego tener empresas 'offshore' en Panamá, como hemos visto en varios ministros del Partido Popular.

- ¿Es posible un pacto por la educación entre las fuerzas más importantes del arco parlamentario? ¿Qué modelo propone Unidos Podemos?
- A nosotros nos gusta hablar de acuerdos sociales en los que estén las fuerzas políticas pero también las asociaciones profesionales implicadas, en este caso en la educación. Los profesores, las asociaciones de padres o lo pedagogos tienen que formar parte de esos pactos, cuando normalmente se les ha excluido y se les ha escuchado muy poco. Necesitamos estabilidad. No podemos tener programas educativos cada vez que cambia el gobierno, sin generar estabilidad con programas a 10 o 15 años. 

Necesitamos transformar los modelos educativos hacia modelos competitivos, asegurar un acceso real e igualitario para todos los ciudadanos. Necesitamos que haya menos alumnos por clase y que los profesores tengan una formación continua para modernizar su capacidad educativa y adecuarla a las necesidades del alumnado actual. Necesitamos adaptar los currículums educativos a las nuevas realidades tecnológicas y audiovisuales para que haya formación de nuestros alumnos en un entorno que es fundamentalmente audiovisual y tecnológico y que puedan entenderlo en lugar de estar dominados por él. Tenemos que entender que la educación no es un gasto, sino un derecho.

- La sanidad en Salamanca está siendo objeto de conflicto. ¿A qué se debe esta controversia y cómo cree que debería gestionarse el complejo asistencial?
- Lo que hemos visto es que los intentos permanentes del Partido Popular por privatizar la sanidad generan más gastos para las administraciones. La sanidad privada es más cara que la sanidad pública. Privatizar nos cuesta a los españoles al final más dinero. Lo vemos en Inglaterra o en Estados Unidos. La sanidad pública es más barata y encima es más justa y más igualitaria para el conjunto de los ciudadanos. Invertir en sanidad no es gastar dinero, es permitir que haya una salud pública y que haya más confianza. 

En el caso de Salamanca, de forma muy clara, hay que proporcionar la posibilidad de que los jóvenes tengan aquí hijos y que queden. Si no hay hospitales y servicios de pediatría, la gente se va. Asegurar la sanidad no solo es de justicia, es un derecho y el resultado de haber pagado impuestos durante todos los años de cotización.

Tenemos que volver a estar orgullosos de la sanidad que tenemos en este país, que era una de las mejores del mundo y se ha puesto en peligro por los sucesivos gobiernos del Partido Popular que han encontrado en la sanidad una fuente de negocio, sin más. Negocio para ellos y ruina para la ciudadanía. Ellos hacen hospitales y se lo dan a sus empresas amigas, les dan la gestión a esas empresas y sacan dinero de ello. Ese dinero lo tienen que pagar todos los españoles. Es una absoluta vergüenza el proceso de privatización. Tener la sanidad y los hospitales en ruina, reducir las horas de quirófano, aumentar las horas de espera, que es lo que estamos viendo en Salamanca, es una absoluta falta de decoro, de vergüenza y de sentido patriótico en el fondo.

- El margen de maniobra de los gobiernos de los estados miembros de la Unión Europea es limitado, como puede comprobar una fuerza afín a Unidos Podemos, Syriza en Grecia. ¿Creen que podrían renegociar el déficit como es su intención?
- Hay una cosa que a veces se nos olvida. El triunfo de Unidos Podemos en las elecciones del 26 de junio es un mensaje a Europa de que se pueden hacer las cosas de otra manera. Es una ola de cambio que puede llegar a otros países y que se está pidiendo ya, sobre todo, desde los países del Mediterráneo. Italianos, portugueses, incluso franceses están diciendo que no se puede reducir el déficit al ritmo que está pidiendo Europa porque eso asfixia a las economías.

La austeridad está beneficiando a solo un país en detrimento de todo el conjunto de la Unión Europea y no está creando empleo ni riqueza. No está permitiendo salir de la crisis, la está agudizando. Lo dice la OCDE en un informe reciente y lo dice el FMI. Las políticas de austeridad son, además de profundamente injustas, ineficaces para salir de la crisis. Hay que dar la batalla en Europa y dejar de ser un lacayo de los deseos de la señora Merkel. Hay que ir a Europa con fortaleza y valentía y decir que vamos a reducir el déficit y cumplir con los criterios que marca Europa pero lo vamos a hacer a un ritmo compatible con el crecimiento económico español y con la creación de empleo en España. Si aceptamos todo lo que se no está pidiendo, conseguiremos pagar un año o do más, luego dejaremos de poder pagar. Lo sabe y lo entiende cualquier persona, no puedes pagar las deudas por encima del crecimiento. Deudas, que por otro lado, habría que analizar de dónde vienen y quiénes se han beneficiado de créditos para proyectos inmobiliarios que no se necesitaban, o de aeropuertos que no tienen aviones y nos han costado una fortuna.

Tenemos que dar el mensaje en Europa de que vamos a hacer las cosas bien pero las tenemos que hacer de forma compatible con las necesidades de nuestra población. Eso pasa por reformar el artículo 135 de la Constitución, que fue una vergüenza por parte del Partido Popular y el Partido Socialista, que anteponía el pago de la deuda por encima de los derechos sociales y no es solo un problema de justicia, sino de eficacia económica. Si tienes que pagar las deudas contraídas por encima de la capacidad de crecimiento, acabas no pudiendo pagar y asfixiando la economía. 

La economía griega estaba intervenida y la española no. La economía griega no tenía la más mínima soberanía, además significa un 3-4% del PIB europeo. Puede caer. Puede salirse del euro y Europa se mantendría. La economía española es la cuarta del euro y el poder de negociación que tiene España en Europa es absolutamente diferente. Países distintos con pesos específicos distintos y necesidades económicas totalmente distintas.

- La acreditada relación ideológica entre miembros de Podemos y el gobierno venezolano puede justificar la proyección que muchos ciudadanos hacen de los resultados de las políticas bolivarianas a una España hipotéticamente gobernada por Unidos Podemos. ¿Qué diferencias cree que hay entre España y Venezuela para que esas políticas no fracasen?
- Es absolutamente absurdo hablar de lo que pasa a 7.000 kilómetros de distancia en plena campaña electoral. No tiene nada que ver la economía de los países latinoamericanos, la venezolana entre ellas, con la española. Nosotros estamos planteando reforma fiscal, creación de empleo, investigación en I+D+D, un programa de corte fundamentalmente socialdemócrata que permita que el Estado pueda poner en marcha una economía privada asfixiada y que permita crear empleo de calidad. 

Lo que sucede en un país que no tiene la más mínima comparación con España, en términos de estructura económica, social o política y tradiciones e historia, no sirve más que para que el Partido Popular no hable de lo que pasa en este país, con 20 millones de parados, con una Salamanca despoblada, con casos de corrupción en prácticamente todas las instituciones en las que ha gobernado, o de que el propio Partido Popular está investigado como un partido financiado por la corrupción y con sus tesoreros en la cárcel. De eso es de lo que no quieren hablar y por eso recurren al sufrimiento de un país que está situado a 7.000 kilómetros de distancia.

Yo no he estado en mi vida en Venezuela y hay líderes de Podemos que han estado allí como han estado en México, Argentina, Suecia o Alemania porque son científicos sociales y se han dedicado a hacer trabajos de investigación social y proyectos de desarrollo en todos los países a los que han podido acudir en su condición de investigadores sociales.

- Las cotas más amplias de representación que obtuvo Podemos el pasado 20 de diciembre residen en las formaciones satélites de las regiones. Pudo romperse un posible pacto de gobierno con el PSOE por la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en Cataluña. ¿Hasta qué punto condicionan esas fuerzas las medidas de Unidos Podemos? 
- No es verdad eso. En ningún caso el referéndum fue un obstáculo en los procesos de negociación con el Partido Socialista, fueron temas fundamentalmente económicos, acerca del tipo de reforma fiscal que debía hacerse, el tipo de reforma laboral o el tipo de apuesta económica se necesitaba en general. En ningún caso fue un problema de algo que hemos defendido siempre, como es permitir el encaje de Cataluña en España. 

Nosotros no queremos que Cataluña se vaya pero entendemos que la mejor forma de que no se vaya es no fabricando día tras día independentismo como ha hecho el Partido Popular. Somos la primera fuerza en Cataluña y en el País Vasco o la segunda fuerza en Madrid. Es evidente que tenemos un proyecto para toda España y que las posturas de enfrentamiento entre  el PP y las fuerzas independentistas solo se han planteado en términos electoralistas, tanto en Cataluña como en el resto de España. Sin tender puentes, sin generar diálogo y sin escuchar.

La democracia nunca ha hecho daño a nadie. Hemos visto que se han hecho referendos en los países con mayor tradición democrática como el Reino Unido o Canadá. Claro que queremos que los catalanes se queden, pero desde luego quine ha puesto la situación al límite ha sido el Partido Popular con una política de enfrentamiento que lo único que ha generado es una situación límite en Cataluña que estamos en disposición de revertir nosotros.

- ¿El referéndum debe convocarse en Cataluña o en todo el territorio nacional?
- Si se plantea en los términos que nosotros consideramos, que por supuesto estamos abiertos al diálogo con el Partido Socialista y estamos dispuestos a escuchar cualquier otra propuesta, por supuesto. Pero estamos convencidos de que la gran mayoría de los catalanes y las catalanas van a querer quedarse en España, si hay diálogo, servicios sociales, y deja de haber corrupción y despilfarro.

- El discurso de Unidos Podemos busca acercarse a los más desfavorecidos. Gracias a la transparencia de su partido es conocida su posición económica, ¿cree que haber heredado cierto patrimonio le resta credibilidad?
- Al contrario. De entrada, porque la transparencia es lo que permite que la ciudanía sepa qué tenemos cada uno de nosotros al entrar y qué tenemos al salir. En segundo lugar, porque lo que creo que tiene que hacer la gente con dinero es dar ejemplo y pagar impuestos en España, porque ser patriota es pagar impuestos aquí, no ponerse banderas y luego tener cuentas en Panamá o Suiza, como hemos visto a muchos ministros del Partido Popular. Y por último, porque tener dinero no es un delito. Tener dinero es el resultado de haber nacido en una familia o en otra y lo que tenemos que hacer es ir hacia un modelo en el que los ricos paguen más impuestos, paguen los impuestos de sucesiones y patrimonio y que se aprieten un poquito el cinturón como toda la ciudadanía española en los últimos años.

- Es una persona con bagaje cultural y Salamanca es una ciudad en la que la cultura ocupa un espacio importante, ¿cómo mejoraría la oferta actual?
- Creo que Salamanca tiene todos los ingredientes para convertirse en un centro de referencia, tanto a nivel universitario como cultural. Eso pasa por pensar formas de acción conjunta en todos los niveles institucionales, que los Ayuntamientos, las Comunidades Autónomas y la Administración Central coordinen programas y proyectos culturales que permitan que todos los tejidos asociativos de la gente que está haciendo cultura; en los barrios, en la Universidad o en las salas alternativas, puedan tener espacios de programación y difusión. 

Esto pasa por que haya más dinero para la cultura, porque no es un gasto sino una inversión. Hemos planteado que haya una casilla para cultura en la declaración de la renta, de la misma manera que la hay para fines sociales o la Iglesia. Pasa porque haya una ley coherente de mecenazgo para que tanto empresas como particulares puedan obtener algunas desgravaciones fiscales aportando dinero a la cultura. Pasa porque haya un fondo social de la cultura en el que el 18% de lo que se obtiene de los impuestos derivados de la cultura, como entradas de cine o teatro, vaya a un fondo gestionado por los profesionales de la cultura y de las administraciones, para que la cultura sea autónoma y no dependa de unos Presupuestos Generales del Estado que en cuanto bajan, se destruye todo el tejido cultural. 

Tenemos que entender que la cultura tiene que estar en el centro de los programas políticos y de gobierno, algo que no ha sucedido en los últimos veinte o treinta años. Salamanca puede ser un referente cultural para toda Europa y no para las despedidas de soltero.

- Si finalmente se produce el ?sorpasso? y son la segunda fuerza más votada, ¿hasta dónde estarían dispuestos a ceder para gobernar con el PSOE?
- Nosotros queremos ganarle las elecciones al Partido Popular, no al Partido Socialista. En cuanto a pactos, todo parece indicar que sólo va a haber dos alternativas. O bien que siga gobernando el PP y por lo tanto la austeridad, el paro, la corrupción, el exilio y la despoblación. O bien que haya un cambio en este país. Para ese cambio se va necesitar al Partido Socialista y desearíamos que se pronunciaran de manera más clara de lo que han hecho hasta ahora en favor de ese cambio. Por nuestra parte no va a faltar una mano tendida para llegar a un acuerdo. Yo creo que en unas elecciones el presidente del gobierno tiene que ser la persona más votada dentro de un pacto.

- ¿Por qué los electores deben escoger las papeletas de Unidos Podemos?
- Yo creo que hay un consenso social básico y es que lo que nos ha llevado hasta aquí. Con niveles de corrupción intolerables e incompatibles con la creación de riqueza y el crecimiento económico, las políticas de austeridad que nos han traído hasta aquí no pueden seguir formando parte del escenario político. Las viejas recetas llevan a lo que hemos conocido y no puede continuar. 

Tenemos que llegar a un cambio y no es un cambio insensato, es sencillo y lógico. Lo está deseando toda la población. Un cambio que nos haga volver a sentirnos orgullosos de este país y que toda la gente que se ha ido, vuelva. Creo que hay un consenso social mayoritario que pide que esto sea así. El cambio ha llegado a Madrid, a Barcelona, a Cádiz, a Zaragoza y creo que el 26 de junio va a llegar al conjunto de las provincias de este país.

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