La situación actual del sector de la carne se ve momentáneamente aliviada por la demanda de terceros países y la puntual exportación de carne. Ello origina una subida del precio a pesar de la crisis y de la disminución del consumo nacional de carne.

Y, aunque el incremento generalizado del precio del vacuno podría resultar beneficioso, no debemos olvidar que las materias primas básicas para la elaboración de los piensos utilizados en alimentación animal, tales como el maíz o la cebada por ejemplo, experimentan de forma paralela subidas en sus precios, encareciendo por tanto, el gasto en alimentación.

Por otro lado, las plantas de producción de bioetanol, con cuantiosas subvenciones y rentabilidad cuestionada, contribuyen a aumentar la caótica situación del sector ganadero, que a pesar de esta racha de altos precios por la demanda de carne de terceros países, crean una situación de incertidumbre entre los agricultores y oportunidades para los intermediarios que especulan con las materias primas obteniendo notables beneficios. Beneficios, que no repercuten en el productor y que al contrario de lo que pueda parecer por los elevados precios de la carne, reducen hasta márgenes impensables el beneficio del ganadero, ya que éste ve como la ganancia se va en el pienso.

El próximo viernes día 18, la “19 de Abril” con motivo de la celebración de su Asamblea General en Vecinos, ha organizado una charla informativa sobre el estudio que Fernando Vicente Amores, profesor de la Universidad de Salamanca ha llevado a cabo sobre los compromisos ambientales que para agricultores y ganaderos tendrá la nueva PAC, titulada “Hacia un modelo de Pago por Servicios Ambientales”.

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