La Avileña mantiene el tirón en una subasta que crece respecto al año anterior

 La Avileña mantiene el tirón en una subasta que crece respecto al año anterior
La Avileña mantiene el tirón en una subasta que crece respecto al año anterior
Diez razas concurrían a la subasta nacional de ganado vacuno. Charolés y Limusín aparte, todas las miradas de los entendidos se dirigían a la raza avileña, que presentaba 52 de los 242 animales a subasta. Como era de esperar, ninguna puja de hembras se quedó desierta. Los ganaderos no dudaron en pagar cantidades que oscilaron entre los 900 y los 1.970 euros por cada una de las 47. De los 5 machos, solo se pujó por uno por el que se llegaron a pagar 2.800 euros.

Las ayudas de la Diputación de Salamanca, de hasta 300 euros por animal en algunos casos,  contribuyen a seguir adelante con las pujas que en el caso de la Parda de Montaña también cubrió toda la cabaña a subasta. Los 22 ejemplares de esta variedad cambiaron de manos. Por las hembras se pagó entre 750 y 1.400 euros mientras que el macho fue subastado por 1.300 euros.

En la misma línea, los ejemplares de las 21 razas asturianas (de los valles y de montaña), siempre cotizadas, salieron también adelante por cantidades que oscilan entre los 470 y los 2.600 euros. Lo mismo sucedió con los 13 ejemplares de raza pirenaica o los 15 de retinta, variedad en la que el semental, con 1.600 euros, marcó el tope.

En el caso de las siete cabezas de Blonda de Aquitania a subasta, finalmente fueron seis las  adjudicadas. La más cotizada llegó a los 4.850 euros.

La cifra final de subastas de vacuno superó los 400.000 euros, superando la cifra del pasado año a pesar de que en esta ocasión fueron más los animales que se quedaron sin adjudicar.

 
 

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