El 2023 no está siendo desde su comienzo un buen año para los agricultores, quienes se han tenido que enfrentar prácticamente semana tras semana a un descalabro literal en cuanto a los precios del cereal se refiere.
En el caso concreto de Salamanca, las cotizaciones de la lonja agropecuaria llevan sometidas a un constante tambaleo desde el 23 de enero aproximadamente, momento en el que han comenzado a descender los precios de forma alarmante, hasta encontrarse estancados en una constante “incertidumbre”, según confesaba este lunes Juan Luis Delgado, presidente de ASAJA a este medio.
No obstante, ha sido el a partir del 27 de febrero cuando se han empezado a fortificar más aun el declive de los precios, donde la cebada y la avena son los peores parados con un precio fijado desde el pasado, lunes, 20 de marzo, en 275 euros/tonelada. Los precios más elevados, del trigo y el maíz, están en 29 y 23 euros/t, respectivamente, más baratos en la actualidad que hace exactamente dos meses. En el caso de la cebada, la avena, el centeno o el triticale su reducción asciende entre 28 o 31 euros.
La incertidumbre que actualmente se ha apoderado del mercado global es lo que ha hecho que haya contantes bajadas de los precios con producciones superiores a lo demandando, tal y como matiza el presidente de ASAJA.
Todo ello traducido en la decisión, por parte de los agricultores salmantinos, de que la mesa del cereal no cotizara este pasado 27 de marzo en forma de protesta por el desplome de los precios: “En verdad la decisión se ha tomado como medida para que se regularice el precio de la lonja, para ver si la situación cambia y deja de bajar el precio del cereal que ahora mismo no cubre los precios de producción de los abonos o de los fertilizantes”.
Como el precio que ahora mismo tiene el cereal no es acorde a los costes de producción, sino que se encuentra por debajo, se está produciendo no solo la alarma entre los agricultores, también la competencia entre ellos mismos, ya que según explica Delgado todos quieren vender antes de que llegue la semana siguiente por si siguen bajando más todavía los precios.
El desencadenante de esta situación se ubica en Ucrania, motivado por la guerra con Rusia, ya que es uno de los productores de cereal más importantes del mundo, con la que se abastece a media Europa. Como la situación que se está viviendo allí en estos momentos es crítica, está repercutiendo también al resto del mundo, por eso lo que los agricultores claman es que la situación se estabilice y sobre todo que los precios sean acordes a los costes de producción.
Si este anhelo no se convierte pronto en una realidad se teme el desabastecimiento de muchos productos, ya que son varios los agricultores de la provincia que han manifestado su intención de replanificar sus cultivos de regadío, por ejemplo, sustituyéndolos por otros como el girasol o el garbanzo que no requiere de tantos abonos o fertilizantes. Una decisión muy negativa también para el mercado español que se enfrentaría a productos con un precio más alto del actual o incluso a la desaparición del propio producto de origen “made in Spain”.
“El principal motivo por el que hay agricultores que están pensando en optar por otros cultivos que no tengan costes tan altos es por el disparado coste de los fertilizantes. Esto, desde luego, sería algo que influiría negativamente porque seríamos más dependientes, de lo que ya somos, de terceros estados, y lo único que conseguiríamos es seguir expuestos a la misma incertidumbre”.
Asociado a esto, el presidente de ASAJA a nivel de Castilla y León, Donaciano Dujo ha asegurado durante una rueda de prensa que tuvo lugar este pasado lunes por la mañana, donde se habló de la falta de rentabilidad de la explotaciones agrícolas y ganaderas y de la PAC, que la situación que atraviesa el cereal ahora mismo es “insostenible”: “Los precios del cereal han caído desde el mes de noviembre del pasado año en más de 100 euros la tonelada, un 30 por ciento menos”.
Algo que tilda de “imposible” para el agricultor, matizando, asimismo, que “si hubiéramos sabido esto antes, muchos no habrían sembrado”.
Por el momento, la última novedad en la provincia charra es el “stand by” de los precios del cereal, según la lonja, durante esta semana, a la espera de que dentro de siete días la situación cambie y se puedan fijar nuevos precios.
El sector necesita, por tanto, una tregua y un aumento de los precios que les ayude a ver la luz al final del túnel.
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