Los ganaderos de la zona de Vitigudino han vuelto a las calles, una semana después de la última manifestación sobre ruedas, con el objetivo de aumentar la presión sobre la Junta y evitar que esta declare al territorio como zona de especial incidencia de tuberculosis, algo que por el momento se encuentra paralizado a la espera de que los técnicos del organismo regional tomen una decisión. Esta demarcación presenta una expansión de la enfermedad de casi el 13%, según indican los organismos regionales, cuando en el resto de la provincia está por debajo del 1%.
Centenares de vehículos han vuelto a llenar las rúas del municipio salmantino para llamar la atención de la junta y exigir que se atiendan sus demandas. Los organizadores han contabilizado más de 800 vehículos que han "colapsado" el municipio de Vitigudino, algunos de los cuales no han podido acceder al centro por la gran afluencia de coches que ya se encontraban en el interior del pueblo.
Esta situación se remonta a los últimos días de enero, cuando la Dirección General de Producción Agropecuaria de la Junta aparcó, por el momento, la resolución que dejaría a un total de 382 ganaderos de la zona de Vitigudino a las puertas de un año en blanco. Y es que la medida de la Junta, en caso de declararse zona de especial incidencia, impediría a los productores de ganado bovino mover sus reses, hasta el punto incluso de no poder trasladarlas a los cebaderos y mataderos.
¿Qué supondría eso? “La ruina total”, precisa uno de los ganaderos que acudieron esta mañana a la caravana motorizada para protestar por la medida. Y es que, según precisan algunos de los asistentes con los que ha podido hablar SALAMANCA24HORAS, la medida de la Junta sería el sacrificio total de las explotaciones ganaderas incluidas dentro de la zona especial de incidencia. Es decir, la consejería de Ganadería pagaría un precio por cabeza de ganado, un importe que, en muchos casos, no se acerca ni de lejos a la inversión que los productores han hecho por sus terneros.
“¿De qué me sirve que me den 800 euros por animal, o menos, si a mí me cuesta unos 1.500?”, comenta indignado otro de los ganaderos que esta mañana se han acercado con su coche al municipio de Vitigudino para mostrar su disconformidad con la medida.
Otro de los puntos conflictivos de la resolución es que, en el caso de que finalmente se declare la zona de especial incidencia de tuberculosis y se estime el cierre perimetral, no todas las explotaciones que se encuadran en el territorio presentan casos positivos de tuberculina, sino que hay explotaciones que tras los correspondientes saneamientos han dado negativo en todas sus redes.
“Esto es como si tú tienes un amigo que bebe mucho y le han quitado los puntos del carné por ir borracho, y a ti, por ser conocido, también te retiran el permiso”, ejemplifica amargamente un productor muy conocido de la zona. Ante esta situación, los ganaderos reunidos hoy en Vitigudino, solicitan una alternativa al sacrificio de todos los animales y reclaman investigaciones exhaustivas para conocer el origen del brote, eximiendo de responsabilidades y consecuencias a aquellas explotaciones con la tarjeta limpia de casos.
El lo que respecta al incremento en el número de casos, los ganaderos no niegan que la tuberculosis esté en los animales –“está claro que si se han detectado tantos casos es que la enfermedad ahí está”-, pero se muestran desconcertados sobre el origen de la misma: “Llevamos 40 años actualizando, invirtiendo y mejorando los procesos de detección y prevención y, ahora, resulta que tenemos más casos que nunca”, afirma desconcertado un productor local.
Algunos ganaderos apuntan directamente a las especies cinegéticas: “Es de sobra conocido que ciervos, jabalíes y otros animales de caza padecen la enfermedad y la extienden a su antojo debido a que pueden moverse libremente”. Sin embargo, desde la Junta indican que el origen de este brote no tiene relación con estas especies salvajes.
Con esta nueva movilización, la segunda en una semana, los ganaderos esperan que desde la Consejería de Agricultura y Ganadería no impongan las medidas más severas y que, por lo menos, puedan acudir con sus animales a los cebaderos y mataderos para salvar sus inversiones: “Están jugando con el pan de la gente, nosotros apostamos durante todo un año y ahora podemos vernos sin un solo ingreso, ¿qué familia aguanta todo un año sin meter dinero a casa?”.
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