La Junta ensaya un tratamiento alternativo para controlar la procesionaria del pino a través de endoterapia

 La Junta ensaya un tratamiento alternativo para controlar la procesionaria del pino a través de endoterapia
La Junta ensaya un tratamiento alternativo para controlar la procesionaria del pino a través de endoterapia

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente va a desarrollar este otoño un tratamiento preventivo experimental contra la procesionaria del pino mediante técnicas de endoterapia que sirva de ensayo para que, si los resultados son satisfactorios, pueda ser aplicado por los ayuntamientos y los propietarios de montes responsables de la salud de sus masas arbóreas y de la población. 

La endoterapia es una técnica alternativa que consiste en la inyección en el sistema vascular de la planta de productos fitosanitarios presumiblemente de alta eficacia, cuyos efectos permanecen hasta dos o más años y puede evitar tratamientos repetitivos. El producto es inocuo para el pino y para las personas.

La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es una plaga del pino que provoca una fuerte defoliación y puede hacer peligrar las masas jóvenes en zonas de difíciles condiciones climáticas o de suelo, pero la mayor preocupación son los efectos de las orugas sobre las personas, que pueden provocar reacciones urticantes o alérgicas, en algunos casos severas.

Para controlar las poblaciones de esta especie y minimizar estos efectos en pinos y personas se pueden utilizar diferentes medios físicos, biológicos y químicos.

Los medios físicos pasan por la eliminación de los bolsones cuando las orugas están dentro, cortándolos, apilándolos e incinerándolos, método especialmente útil en árboles jóvenes. También existe la posibilidad de destruir los bolsones mediante disparos de escopeta. Los métodos de lucha biológica consisten en usar feromonas para capturar a los machos adultos en trampas, útil en zonas de baja densidad, y se complementan con otros métodos de lucha biológica, como el fomento de fauna predadora mediante la instalación de cajas-nido para aves insectívoras y el traslado de hormigueros de hormiga roja.

No obstante, el método de lucha más comúnmente usado ha sido el químico, consistente en la fumigación con productos fitosanitarios autorizados, que se aplican sobre las fases larvarias en los primeros estadios de desarrollo, al final de verano y en el otoño. Tradicionalmente este método se empleaba con medios aéreos por la dificultad de mover cañones terrestres en las masas de pinar.

El Real Decreto por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios, prohíbe de forma general los tratamientos aéreos en masas forestales, salvo excepciones que no se dan en este caso. Por ello, actualmente sólo están permitidos los tratamientos terrestres con productos autorizados para ello, pero este tipo de actuación está condicionada por la orografía del terreno y la proximidad de las masas a zonas urbanas o de afluencia de personas.

La Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha considerado de interés fomentar y difundir métodos alternativos e inocuos para las personas en el control de esta plaga, en especial en zonas sensibles, como son los espacios protegidos, las proximidades de áreas recreativas y de acampada o en las inmediaciones de las viviendas.

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