El Programa de Vigilancia Epidemiológica establece un protocolo frente al 'Schmallenberg'

 El Programa de Vigilancia Epidemiológica establece un protocolo frente al 'Schmallenberg'
El Programa de Vigilancia Epidemiológica establece un protocolo frente al 'Schmallenberg'

El Programa Nacional de Vigilancia Epidemiológica frente al virus de "Schmallenberg" (SBV) prevé que si se declara la enfermedad en alguna explotación ganadera española será sometida a una investigación epidemiológica, así como las que estén en sus proximidades. Según el Programa, publicado en la web de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (Rasve), el protocolo establecido también ordena la notificación del caso confirmado a la Dirección General de Sanidad de la Producción agraria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que, a su vez, lo remitirá a la Comisión Europea (CE) y a otros estados miembro.

El documento detalla que, "en este momento", no se prevé tomar medidas en las explotaciones que puedan resultar positivas de la enfermedad, que afecta al ganado vacuno, ovino y caprino, pero que la política frente a esta epizootía puede estar "sujeta a revisión" por la evolución epidemiológica de la enfermedad y el posible desarrollo de la legislación en la Unión Europea (UE).

El Programa Nacional confirma que, a fecha 1 de febrero, no se han detectado cuadros clínicos en España atribuibles al SBV, pero que es necesario establecer la vigilancia preventiva dado si existen movimientos de animales procedente de los países afectados con destino a España durante el periodo en el que "parece probable" que se produjeran las primeras infecciones.

Según detalla, en España también existen vectores capaces de difundir el virus y existe el antecedente previo de la "lengua azul", que se originó en la misma zona y que, finalmente, llegó a territorio nacional.

El Programa de Vigilancia precisa que, debido al desconocimiento que existe sobre este virus, es "crucial" que se desarrollen actuaciones encaminadas a informar al sector vacuno, ovino y caprino, así como a los profesionales veterinarios sobre las características de la nueva enfermedad.

El objetivo es conseguir que se notifiquen todos los casos considerados sospechosos.

Se considerarán casos de sospecha aquellas explotaciones en las que se detecte un número anormal de abortos no atribuible a enfermedades comunes o un nacido muerto con malformaciones.

Como criterio general, en las explotaciones de bovino se considerará como número anormal dos o más casos en un mes o tres abortos durante el año en los rebaños con menos de 100 reses, o más de un 4 % en los ganaderías con un número mayor de animales.

Para el ovino y el caprino, se considerará anormal cualquier episodio abortivo, principalmente en el último tercio de gestación, o la aparición de partos prematuros, nacidos débiles o enfermos.

También se entenderán como sospechosos los casos de recién nacidos con problemas neurólogos tales como parálisis flácida, hiperexcitabilidad o movimientos exagerados, entre otros.

Cualquier persona que tenga relación con los animales de la explotación, en particular el ganadero o los profesionales de la veterinaria, deberá contactara con los servicios veterinarios oficiales, que evaluarán los casos sospechosos, procederán a la toma de muestras e informarán de la sospecha.

Dichas muestras se remitirán al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (LCV) para su diagnóstico, que se realizará mediante la prueba RT-PCR desarrollada por el instituto Friedich-Loeffler de Alemania.

Los animales vivos sospechosos serán objetivo de una toma de muestra de suero y de sangre, mientras que a los ejemplares muertos se tomarán muestras de cerebro y/o del bazo.

El Laboratorio Central de Algete tendrá un servicio permanente de recepción de muestras.

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