Continúa el XLIII Congreso Nacional y XVIII Internacional de la Sociedad Española de Ovinotecnia y Carpinotecnia y este jueves ha tenido lugar la jornada oficial con la participación del vicerrector de Investigación y Transferencia de la USAL, Juan Manuel Corchado, así como de la presidenta del Congreso, María Jesús Alcalde, entre otros.
Esta última, precisamente, ha puesto el énfasis en la problemática de la llamada enfermedad de la lengua azul, peligrosa y mortal, que en España sí tiene un control pero que en Francia, por ejemplo, no. Esto, comenta, lleva una serie de peligros para los ganaderos españoles puesto que, aunque no deberían entrar animales sin control del país vecino, lo hacen para ser sacrificados, principalmente en Burgos.
De hecho, la normativa dice que no pueden salir animales de zonas endémicas excepto de madres vacunadas o que se desinfecten con un mínimo de tres días antes de salir. En los casos en los que se sacrifican en España, además, suelen ser corderos lechales por lo que no se cumple otro periodo de 21 días en el que deben tratarse si son desinfectados. El peligro también llega en que los corderos protegidos en España pueden contagiarse.
Esta amenaza no solo afecta al sector ovino y caprino, sino que también el vacuno podría verse afectado, por lo que “perjudica claramente a los intereses económicos”. El aumento de la oferta procedente de Francia provoca, además, que bajen los precios, otro de las circunstancias negativas a las que la presidenta hacía alusión.
De hecho, su intervención también se centró en la crisis en el sector, que provoca que se deban tomar medidas en varios asuntos. Una de ellas es la realización de reformas en la PAC en torno al coeficiente de pastos o un mayor control de la fauna salvaje ya que se comparte con otros animales como ciervos o gamos los abrevaderos con apenas controles sanitarios lo que puede provocar la transmisión de enfermedades como la tuberculosis.
Otro de los problemas que se puede ver en la provincia comúnmente, la muerte de ovejas por depredadores como el lobo o el buitre, es otra de las cosas en las que se debe poner más control, así como en llevar a cabo campañas de promoción de la carne del cordero, con sus bondades nutritivas, por ejemplo en los comedores escolares.
El bajo consumo, además, provoca que para mantener la producción haya que recurrir a la exportación que, con la nueva legislación donde los certificados sanitarios se realizan sin base analítica, puede dejar en mal lugar a los veterinarios. Por ello, exigen una análita que soporte el trabajo del veterinario para evitar cualquier tipo de problema. En todo caso, todas las conclusiones del Congreso le será entregado al Ministerio de Agricultura.
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