De sequía a embalses llenos, San Isidro llega con las mejores expectativas para el campo

Los profesionales auguran una buena cosecha que podría superar a las buenas cifras del 2020

Cultivo de lenteja en La Armuña
Cultivo de lenteja en La Armuña

A San Isidro Labrador se le pide lluvia tradicionalmente. Cada 15 de mayo es habitual oír plegarias para que el agua riegue los campos y haya buena cosecha. “Tú, que con tu labor agrícola fuiste capaz de obrar milagros y convertir desiertos en campos fértiles, te pido con fe y humildad que hagas que las nubes se llenen de agua y que la lluvia caiga sobre la tierra sedienta”, dice una de ellas. Sin embargo, este año, los agricultores no pedirán lluvia. El desierto se ha convertido en campo fértil en tan solo unos meses, pasando de una sequía desesperante que se prolongó durante dos años a tener los embalses a rebosar. Tan dramática fue la situación que incluso Salamanca fue declarada zona de afección alta para los agricultores y se consideró el año más seco de la serie histórica.

Este San Isidro los agricultores miran con especial ilusión sus cosechas en un año que, de momento, parece que va a ser uno de los mejores en cuanto a producción, sobre todo de cereal. Nada que ver con la campaña anterior ni con la de 2022, en las que la sequía puso contra las cuerdas al sector. Este año los embalses están muy por encima de la media de la última década.

Según los últimos datos registrados por la Confederación Hidrográfica del Duero los embalses de Salamanca están al 92,5 por ciento de su capacidad, con 574,7 hectómetros cúbicos de agua de los 621,4 totales. De los tres, el que más agua almacena es Santa Teresa, al 94,5 por ciento de su capacidad. Por su parte, Irueña se encuentra al 83,7 por ciento, con 92,1 hectómetros cúbicos y lejos de los 55,9 del año pasado en las mismas fechas. Águeda por su parte está al 89,1 por ciento de su capacidad, con 13,7 hm3.

Salamanca situación embalses a 14 de mayo 2024
Salamanca situación embalses a 14 de mayo 2024

La abundancia de agua embalsada, la lluvia caída en el campo y las temperaturas óptimas han hecho que, si no entran olas de calor en las próximas semanas, el pronóstico sea una de las mejores cosechas de cereal. Según el ItaCYL, Instituto Tecnológico Agrario de la Junta de Castilla y León, la cosecha de este año será superior a la media y cercana a las cifras alcanzadas hace cinco años. El boletín de predicción de cosechas determina que este 2024 la cosecha de trigo superaría la media (el cálculo se hace frente a los últimos 30 años) hasta llegar al 118, frente el 81 y 84 de los dos años previos. Por su parte, la cebada se quedaría con 19 puntos por encima de la media, con un 119, frente a los 77 y 83 de 2023 y 2022 respectivamente.

Evolución histórica y prevista para 2024 de la cosecha de trigo en Salamanca. Itacyl
Evolución histórica y prevista para 2024 de la cosecha de trigo en Salamanca. Itacyl
Evolución histórica y prevista para 2024 de la cosecha de cebada en Salamanca. Itacyl
Evolución histórica y prevista para 2024 de la cosecha de cebada en Salamanca. Itacyl

 

Para el presidente de ASAJA Salamanca, Juan Luis Delgado, esta campaña “no tiene nada que ver con el año pasado. En casi todos los sectores hemos pasado del peor año al mejor, aunque todavía está por ver porque hasta que no recoges el fruto no hay datos, pero la expectativa es muy buena”. ¿Qué sería necesario para que esto fuera así? Según Delgado “que no vengan unos calores muy altos que se carguen el cultivo y se carguen el cultivo”. Además, augura que este 2024 “en relación a la cosecha de 2020 yo creo que va a ser mejor en cuanto a lo climatológico”.

Un optimismo que comparten los agricultores. Para Ildefonso Curto, agricultor de la zona de La Armuña, “el tiempo y el campo está bien”, asegura “siempre queremos más agua, repartida, pero agua” añade, aunque también reconoce que lo verdaderamente importante “es que no haga mucho calor, quedan 20 días fundamentales para ver como termina la campaña del cereal, el girasol o las legumbres” y reconoce que estas lluvias también han sido óptimas para el regadío ya que “evitan el coste de regar antes”. Todo en una campaña que “apunta mucho mejor que la anterior”.

Opinión que comparte Joaquín Hernández, de la zona de Las Villas, que el único pero que pone es que “está haciendo algo de frío y eso ha ralentizado lo que ya está nacido, va más lento” aunque “la cantidad de agua está bien, al secano siempre le viene bien que llegue agua y en los regadíos este año no hay problema de escasez de agua”.

Un año especialmente ilusionante tras dos campañas muy malas que hacen que durante este miércoles se vivan con alegría las tradicionales bendiciones de campos que se celebran en todos los pueblos de Salamanca, donde los agricultores y las cámaras agrarias cumplen con la tradición de pedir la protección de su patrón y, en esta ocasión, que se cumpla la predicción. 

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