Los 27 socios de la Unión Europea no consiguen llegar a un acuerdo sobre si mantener o no las cuotas lácteas. Así lo confirmó la Presidencia del Consejo de la Unión, que explicó que hay un “gran desacuerdo” entre los titulares de Agricultura de la UE. “Algunos están a favor de la eliminación de las cuotas, prevista para 2015, y otros están a favor de que se mantengan. Por eso no hay acuerdo”, sentenció el portavoz de la Presidencia en rueda de prensa recogida por Ical.
 
Uno de los ministros que durante el debate en Bruselas reiteró la necesidad de prorrogar el actual sistema europeo de cuotas de leche fue el titular español, Miguel Ángel Arias Cañete. “Creemos que debería hacerse una reflexión profunda sobre la idoneidad o no de suprimir las cuotas en el sector lácteo, sobre todo viendo los problemas del sector comunitario y los planes de expansión de producción que algunos estados miembro han anunciado”, explicó el ministro antes de entrar a la reunión. 
 
Precisamente en la reunión de hoy el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, presentó un informe sobre la situación del sector lácteo. Un informe que señala que la supresión paulatina de las cuotas “va por buen camino”, puesto que en la mayoría de estados miembro las cuotas ya no sirven para limitar la producción y el precio de la cuota ya es cero o cercana a cero. Aun así, Cañete defendió que eliminar las cuotas sólo empeoraría la competitividad de un sector ya dañado por la volatilidad de los precios y el aumento de los costes de producción.
 
El futuro del viñedo, en manos de los estados
 
En la reunión en Bruselas, los 27 debatieron también las conclusiones del grupo de alto nivel sobre el vino, un panel de expertos que durante un año ha evaluado la situación vitivinícola del continente y el impacto que tendría la la liberalización de los derechos de plantación de viñedo que la Comisión Europea propone para 2015.
 
Los expertos no dan apoyo a la idea de permitir plantar vides en cualquier punto de la geografía europea sino que sugieren crear un nuevo sistema de regulación basado en autorizaciones. Unas autorizaciones que serían gratuitas e intransferibles y expirarían en tres años, en caso de no ser utilizadas.
 
Queda ahora a manos de los estados aceptar esta alternativa a la liberalización de los derechos de plantación, aunque el comisario ya ha avanzado que “una clara mayoría apoya este nuevo sistema de autorizaciones”. El propio ministro Cañete ha considerado que las recomendaciones del grupo de expertos “van en la buena dirección” porque “permiten a los gobiernos seguir muy de cerca la evolución de los mercados y tener un control de las plantaciones que evite unos incrementos de producción desaforados”. Unos incrementos de producción que provocarían que los precios cayeran y, así, también las rentas de los productores, señaló Cañete.
 

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