La organización agraria apunta a que Castilla y León está viviendo uno de los inviernos más secos de los últimos años, una situación que está generando una enorme incertidumbre en la viabilidad de las siembras de cereales “debido a los altísimos gastos que han tenido que asumir los profesionales en fertilizantes, semillas, fitosanitarios y distintas labores llevadas a cabo en los campos de la mayoría de provincias”.
UPA y COAG también expresan, a través de un comunicado, la preocupación que existe en las zonas de regadío, ya que los embalses se encuentran por debajo del 46 por ciento de su capacidad en cuanto a agua almacenada se refiere, muy por debajo del 53,6 por ciento de media en los últimos diez años. Recalcan en este sentido, que la situación es mucho “más grave” si se tiene en cuenta que “no hay nada de nieve acumulada” en las cumbres de las montañas de la Comunidad, lo que puede deparar “una situación muy difícil a la hora de garantizar la campaña de riego en muchas zonas de la región, por lo que la CHD tendrá que ajustar al máximo el nivel de desembalses”.
Así, alertan sobre la situación en la que se pueden encontrar algunos cultivos “estrella” como la remolacha y el maíz, que “sin duda serían de los más afectados en el caso de que en las próximas semanas no se produzca un cambio radical en el tiempo”. “Es más necesario que nunca que las heladas dejen paso a precipitaciones en forma de agua y nieve, ya que solo así el sector se garantizaría afrontar en condiciones la próxima campaña de siembra de estos cultivos”, desean.
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