La alianza UPA-COAG ha considerado irrenunciable el mantenimiento del presupuesto comunitario de la PAC y la 'no renacionalización' de las ayudas por parte de los estados miembros como ejes vertebradores de la futura reforma.
De hecho, tras una jornada sobre ello, ha comentado su temor ante el posible recorte de las ayudas de la PAC y de que estas vayan "más allá del anunciado por la Comisión, lo que supondría un recorte medio por explotación superior al 15 o 20% sobre el nivel de ayudas actual".
Ante ello, exigen que las "ayudas directas sean financiadas en su totalidad con presupuesto comunitario, y no se permita la “renacionalización” de las ayudas por parte de los Estados".
Por otro lado, comentan, sí estarían a favor de que se establezcan "techos máximos de ayuda por explotación, y siempre en función del empleo generado en la misma, así como la posibilidad de establecer mecanismos de reducción de ayudas a partir de determinados límites de ayudas, en torno a 60.000 euros, debiendo destinarse el dinero obtenido de estos recortes a potenciar y favorecer a las “explotaciones más vulnerables” económicamente, permitiendo aumentar el nivel de ayuda a las primeras hectáreas, que habría que establecer en función de las cada una de las regiones productivas ya establecidas".
De igual manera, también están a favor de que se mantenta, "o incluso se incremente el actual apoyo a los sectores con más riesgo a través de ayudas acopladas a la producción".
Es también irrenunciable para la organización, reforzar y potenciar la figura del “agricultor activo y la actividad agraria” como algo absolutamente indisociable del derecho a percibir ayudas. "Es fundamental establecer, con meridiana claridad y transparencia, los criterios que determinen quién tiene y quién no tiene derecho a ser beneficiario de estas ayudas".
"Si el presupuesto, finalmente se recorta, es incuestionable que exigiremos que se priorice sobre un determinado modelo, el modelo social de los agricultores y ganaderos que viven fundamentalmente de la actividad agrícola y ganadera, con ingresos de la venta de productos por encima del 50% en relación al importe percibido en concepto de ayudas y que sean cotizantes en la Seguridad Social Agraria".
Por último, recogieron, otro elemento clave de la reforma que "debe ser tenido en cuenta, es la sostenibilidad del sector agrario como sector estratégico y la imperiosa necesidad de mantenimiento y fijación de población en el medio rural a corto y medio plazo, es imprescindible un apoyo decidido a los jóvenes y a la mujer como sujetos activos y actores principales del tan necesario relevo generacional en el campo".
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