“A corto plazo se tienen que resolver esos problemas”, apuntó, si bien enfatizó que las máquinas que sufren las averías “son los trenes que nos trajo el Gobierno socialista en esa pretendida modernización, trenes viejos y que estaban dando problemas en otras provincias”.
De igual modo puso de manifiesto que el anterior Ejecutivo, en agosto de 2011 “paralizó esas obras después de muchos millones invertidos y de cero objetivos conseguidos” porque “se invirtieron muchos millones, pero no se ha reducido ni un solo minuto el tiempo de viaje”.
Igualmente significó que “aquí se produjo una inversión importante de dinero que en ningún caso contribuyó ni consiguió los objetivos que se decían que se iban a conseguir: la reducción en un 30% del tiempo de viaje y la modernización de la línea”.
No obstante, insistió en las previsiones a medio y largo plazo para la conexión ferroviaria de Soria, y significó la propuesta “que pasa por la intermodalidad y porque Soria no sea ni comienzo ni fin de trayecto”, que “permita trasladar no sólo viajeros, también mercancías” y que “eso aparezca en los planes del Ministerio de Fomento con esta provincia” con el objetivo de “lograr una verdadera modernización de la línea”.
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