Un mes después de haber comenzado el curso político y el curso escolar, que parecen marcar los tiempos reales de la vida cotidiana, Cáritas Diocesana de Zamora recuerda que el “curso de la necesidad humana no tiene horarios ni épocas” y que los meses de verano no han supuesto modificación alguna en el intenso sistema de trabajo que desarrolla a diario la organización católica. “En este mundo de la exclusión y la pobreza no hay vacaciones. No hemos parado un par de meses y ahora continuamos. No funciona así”, expone a Zamora24horas el delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Zamora, Antonio Jesús Martín. “Tenemos que seguir respondiendo y atendiendo a las necesidades de todas las personas que se acercan a nosotros, haciendo hincapié en el empleo y en la animación comunitaria”, añadió.

En este sentido, Antonio Jesús Martín recordó que la crisis económica es “persistente” y sus efectos se mantienen y afectan “claramente” a muchas personas, “que necesitan ayuda” e incidió en que las cifras que arroja la Memoria de actividades muestran “la crudeza de la realidad porque detrás de cada número está el rostro de una persona que lo pasa mal”, en alusión a las más de 23.000 personas que Cáritas atendió en Zamora en el ejercicio de 2012.

Por otra parte, la organización católica pretende incidir en la animación de comunidades cristianas, en particular, y de la sociedad, en general, para que “surjan nuevas personas y grupos y la sociedad se sensibilice. “Los pobres son de todos, no míos, ni tuyos ni de Cáritas. Que las personas descubran los problemas de sus semejantes te obliga a cambiar la forma de vivir y a descubrir que el de al lado es tu hermano. Que le ha tocado a él pero que te puede tocar a ti”, señaló.

Por lo que se refiere a la solidaridad, la sociedad zamorana está “dando la talla” en medio de las necesidades que se desprenden de la crisis económica, como el desempleo y el incremento de la pobreza. “En cuanto a Cáritas se refiere, aunque ha habido algún recorte, nuestras instituciones más cercanas, que somos todos, mantienen su aportación. Es poco pero no la han quitado, como ha ocurrido en otros sitios, cosa que es algo difícil de entender”, reflexionó. “Está claro que hay recortes pero si tiene que haber dinero es para ayudar a quienes están mal, lo primero. Al final, siempre redunda en beneficio de los demás”, agregó.

Así, la solidaridad particular de personas que se acercan a Cáritas y contribuyen con un pequeño donativo, ha crecido, “como también la solidaridad en lo humano”.

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