La Comunidad finalizó 2015 como la octava autonomía menos endeudada de España en términos relativos, por detrás de Madrid, País Vasco, Canarias, La Rioja, Asturias, Navarra y Galicia. Los criterios de moderación y responsabilidad con que la Junta ha hecho uso siempre de esta fuente extraordinaria de financiación permiten a Castilla y León mantener una posición relativa favorable entre las administraciones autonómicas.

Prueba de ello es que nuestra Comunidad sólo es titular del 4 % del endeudamiento global de autonomías, que se elevó a 261.268 millones de euros al cierre del pasado año.

La estadística del supervisor bancario incluye también el endeudamiento concertado a través del Fondo de Financiación a las Comunidades Autónomas, que engloba el Fondo de Pago a Proveedores (FFPP) y los compartimentos del Fondo de Facilidad Financiera (FFF) y del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

En el caso concreto de Castilla y León, el saldo vivo sólo integra las disposiciones realizadas en relación al FFF, que ascienden a 2.008 millones de euros. Cabe recordar que el préstamo formalizado se ha destinado preferentemente al pago a proveedores, mientras que el resto se ha dedicado a financiar la cuota correspondiente de las liquidaciones negativas de 2008 y 2009, así como a cubrir amortizaciones del ejercicio.

Además de los ahorros derivados del tipo de interés cero en los tres primeros años de vida de la operación, la adhesión al Fondo de Facilidad Financiera conlleva la aplicación de excepciones en el cómputo del volumen de deuda a efectos de verificar el cumplimiento del objetivo anual. En concreto, los créditos para financiar las desviaciones de déficit de ejercicios anteriores y los suscritos para hacer frente a la adquisición de fármacos contra la Hepatitis C suponen márgenes adicionales permitidos de endeudamiento. Como consecuencia de lo anterior, puede asegurarse que Castilla y León ha respetado el límite de deuda autorizado para 2015, que se concreta en el 17 % del PIB.

El Banco de España no atribuye a nuestra autonomía ninguna cantidad por el FLA, puesto que la Junta no necesitó recurrir a este mecanismo, ni por el FFPP, ya que el préstamo de 1.051,4 millones firmado con cargo a este instrumento fue refinanciado en su totalidad con entidades nacionales en 2014, por lo que la Comunidad no adeuda ningún crédito por este concepto a la Administración del Estado.

Sí se contabilizan como endeudamiento las operaciones de ?factoring? sin recurso, es decir, la cesión a instituciones financieras de algunos créditos comerciales frente a las administraciones públicas ?171 millones a diciembre?, y determinados préstamos para proyectos específicos ?299 millones?.

466 millones de euros dedicados a financiar a las empresas

Por ello puede afirmarse que, en rigor, la deuda financiera de Castilla y León se limita a 10.087 millones al cierre de 2015. De esta partida, 466 millones son préstamos que la Junta ha suscrito para destinarlos a financiar al tejido productivo regional, por lo que a las arcas autonómicas retornarán posteriormente tanto el capital como los intereses correspondientes.

El 94,9 % del endeudamiento asignado a la Comunidad corresponde a la Administración General; el 4,1 % es responsabilidad de las universidades y los entes públicos de derecho privado y el 1 % restante corresponde a las empresas públicas. Estas cifras son las que se consideran a efectos del Sistema Europeo de Cuentas (SEC).

De acuerdo con esta metodología quedan al margen del cómputo el endeudamiento de las empresas públicas que realizan actividades de mercado. Su deuda ascendía al concluir 2015 a 165 millones de euros, según el Banco de España, es decir, el 0,3 % sobre el PIB, porcentaje que contrasta con el promedio del 0,5 % alcanzado por el sector público del conjunto de comunidades.

El FFF se convierte en uno de los principales prestamistas de la Comunidad

La suma de la deuda que computa el SEC (10.557 millones) y la que no (165 millones) da como resultado 10.722 millones, una cifra equivalente al 19,7 % del PIB. De esta forma, el endeudamiento de Castilla y León apenas representa el 4 % del contabilizado en el total autonómico, que en términos absolutos alcanza los 266.265 millones y en términos relativos, el 24,7 %.

La deuda de Castilla y León en términos del Sistema Europeo de Cuentas está concertada íntegramente en moneda euro, lo que minimiza riesgos derivados de las fluctuaciones en los tipos de cambio. Además, la cartera está diversificada, tanto por la modalidad de las operaciones ?el 75 % son préstamos y el 25 % emisiones?, como por la procedencia de los prestamistas, con predominio de los nacionales. Por primera vez en 2015, el Fondo de Facilidad Financiera se ha convertido en uno de los principales proveedores financieros de la Comunidad, tras la deuda instrumentada mediante emisiones de títulos valores.

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