El propietario de la finca avisó el sábado de la aparición del artefacto explosivo en el paraje Reciruelos, lo que fue comprobado por agentes de la Guardia Civil, que activaron el protocolo y acordonaron la zona, manteniendo la vigilancia en la zona, hasta que al día siguiente llegaron los especialistas.
Tras comprobar que el artefacto era una granada de mortero, fue explotado de manera controlada.
Desde la Guardia Civil se ha advertido que ante la extrema peligrosidad de estos artefactos, ya que en caso de ser manipulados pueden explotar, y ha recomendado lo que hay que hacer ante ellos.
Recomiendan no tocarlo ni moverlo y llamar de forma inmediata al 062 (Guardia Civil) o al 112 (Servicio de Emergencias), y alejarse al menos 300 metros de la zona de la aparición del objeto, dejando después a los especialistas trabajar sin acercarse al lugar.
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