La Guardia Civil y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León han dado por finalizada la denominada 'Operación Vareto, una campaña destinada al control del furtivismo en toda la comunidad autónoma. El fin era el de luchar contra una actividad que causa un grave perjuicio económico para los propietarios de los cotos de caza, entre los que se encuentran numerosos ayuntamientos, juntas vecinales, así como juntas agropecuarias locales.
Dicha operación ha sido llevada a cabo por agentes del Seprona de la Guardia Civil y personal dependiente de dicha Consejería como agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y técnicos y ha finalizado con trece personas detenidas o investigadas, 585 identificadas y 328 denuncias formuladas.
Además, también se han intervenido 26 armas, 27 trofeos y un silenciador en el total de 2.541 servicios específicos realizados. Por otro lado, para coordinar estos, se han mantenido 49 reuniones. Esta operación ha permitido reducir de forma significativa la práctica habitual de abatir más ejemplares de los autorizados así como la 'no colocación' de los correspondientes precintos.
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