La Guardia Civil de Burgos ha investigado a B.P.P., de 66 años, como presunto autor de un delito de maltrato animal, por supuestamente disparar con un arma de aire comprimido contra un cánido que finalmente falleció a consecuencia de las heridas causadas por el impacto.
Los hechos ocurrieron el pasado mes de agosto, en una localidad de la comarca burgalesa de Montes de Oca, cuando el propietario de un perro denunció a la Guardia Civil el fallecimiento de su mascota, que presentaba una herida compatible con el impacto producido por la munición que disparan las armas de aire comprimido.
Según el informe veterinario, el ejemplar presentaba a simple vista un orificio de entrada en la zona perineal y también se detectó un perdigón alojado en la zona estomacal tras perforar la intestinal, circunstancia que, a pesar de someterse a cirugía, finalmente le provocó la muerte.
Los agentes, con el asesoramiento del Seprona de Burgos, abrieron una investigación que ha confluido en un único sospechoso, el dueño del animal, investigado como presunto autor del delito.
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