La unidad de convivencia tendrá una capacidad máxima para 21 personas en situación de Dependencia. La obra, adjudicada en 346.138 euros a la empresa Arcebansa, S.A., tiene un plazo de ejecución de seis meses.
De esta forma, la residencia contará, al finalizar las obras, con los tres elementos que caracterizan este novedoso modelo: unidad de convivencia, centro multiservicios y unidad de convalecencia sociosanitaria. El objetivo es prestar una atención profesional de calidad a las personas dependientes y preservar el empleo en el sector y la amplia red de Servicios Sociales con que cuenta la Comunidad.
Las personas que ocupen esta unidad de convivencia dispondrán de habitaciones con baño privado adaptado y compartirán sala de estar con cocina. Todo en un ambiente cálido, donde se huye de elementos institucionales y donde los residentes pueden decorar y personalizar su habitación con sus elementos preferidos. Se trata de que las personas mayores conciban la residencia como su propio hogar. Pero, además de las modificaciones arquitectónicas o ambientales, estas unidades implican un cambio organizativo, donde los profesionales adoptan nuevos roles y proporcionan una atención personalizada, directa y estable, en busca de la máxima autonomía de la persona.
Para llevar a cabo estas obras de adaptación ha sido necesario que quedaran vacías algunas plazas para interferir lo menos posible en la vida cotidiana de los residentes y ofrecerles una garantía de seguridad y de confort.
Junto a la creación de esta unidad de convivencia se han llevado a cabo obras para mejorar la eficiencia energética de un edificio construido en los años 80. Este centro es uno de los primeros donde se han iniciado las obras, de los diez de la Comunidad que forman parte de un proyecto de eficiencia energética que está desarrollando la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León.
El objetivo es introducir sistemas de calidad que permitan cubrir las necesidades de los usuarios de los centros, al mismo tiempo que garantizar la conservación del medio ambiente y un ahorro energético. Para ello, se han sustituido las calderas por otras de gas natural, se ha cambiado la iluminación por fluorescentes compactos y detectores de presencia, y se han instalado 36 paneles de energía solar térmica, así como un acumulador de 8.000 litros.
También la residencia Puente de Hierro contará con una unidad de convalecencia sociosanitaria, con capacidad para once personas. Esta unidad permitirá que una persona en situación de Dependencia con un proceso crónico de enfermedad o una patología asociada al envejecimiento, y que tenga necesidades sociales, reciba a la salida del hospital cuidados sociales y sanitarios de baja intensidad de forma simultánea mientras logra su recuperación o rehabilitación. .
Cronología de las obras de mejora de la residencia
El plan de actuación y mejora de la residencia Puente de Hierro ya contó con una inversión previa de 1,4 millones de euros. En primer lugar se realizó una adaptación de las habitaciones y los baños para que pudieran ser utilizadas por personas en situación de Dependencia. Asimismo, se renovaron instalaciones, cerramientos y equipamientos y se instalaron ayudas técnicas para mejorar la atención de las personas dependientes y facilitar la tarea a los trabajadores. Estas obras de adaptación posibilitaron ampliar en 48 el número de plazas para personas dependientes.
A continuación, se realizaron obras para reformar los vestuarios y adaptar la cocina y la lavandería. Esta intervención ha permitido a la residencia convertirse en un centro multiservicios. De esta forma, no sólo oferta atención a sus residentes, sino que abre sus puertas a las personas mayores que viven en la zona, con el fin de facilitar su autonomía y la continuidad en el entorno socio familiar si así lo desean. Desde este centro se ofrece un servicio de comedor, que ya atiende a 50 usuarios externos; un centro de día para personas mayores, que cuenta con 3.100 socios, y desarrolla actividades de gimnasia, tai-chi, manualidades, pintura o recuperación de la memoria, en las que participan aproximadamente 150 personas.
Abrir las residencias al entorno mejora la atención a las personas de la zona, favorece el empleo, rentabiliza los servicios e instalaciones de los centros, facilita su viabilidad económica y, además, mejora la transición de las personas de su hogar a la residencia cuando sea necesario.
Tras el centro multiservicios, llega la primera unidad de convivencia y la unidad de convalecencia. A partir de ese momento, la Consejería seguirá actuando para lograr que la residencia pueda funcionar en su conjunto con unidades de convivencia.
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