Cuatro años después la Biblioteca Pública acoge una parte de la colección de libros móviles y desplegables de Ana María Ortega y Álvaro Gutiérrez para mostrar otro aspecto de los llamados libros 'pop-up'.
Páginas vivas fue presentada por primera vez en el Museo de la Ciencia de Valladolid en el año 2010 y el próximo 2014 viajará al Museo Blau de Ciencias Naturales de Barcelona. Mientras tanto, hace una parada en la Biblioteca, con una muestra a través de una serie de libros en los que la ingeniería, el arte y la ciencia se han dado cita sobre el papel.
La muestra recoge un centenar de libros en lo que la ciencia es el elemento común. Los libros desplegables comenzaron a finales del siglo XVIII orientados al ocio y la labor divulgativa en muchos casos. Una de las disciplinas que más ha utilizado este tipo de libros para plasmar con más nitidez las ideas ha sido la medicina. En 1543 se imprimió en Basilea 'De humani corporis fabrica', con una serie de ilustraciones superpuestas que permitían descubrir toda la anatomía humana.
El coleccionista Álvaro Gutiérrez explica que en los últimos años este tipo de publicaciones "han centrado su atención principalmente sobre los lectores infantiles y juveniles".
'Páginas vivas' se plantea "como un viaje sobre el papel, desde algún punto lejano del espacio sideral hasta el interior de nuestro cerebro", añade Gutiérrez. La exposición recoge, precisamente, una parte dedicada al universo, la tierra y los dinosaurios, otra zona dedicada a la evolución del mundo animal y una última centrada en el cuerpo humano.
"La exposición permite también apreciar la variedad de dispositivos de papel que es posible encontrar en los libros móviles y desplegables, desde una sencilla solapa que oculta una imagen hasta las increíbles arquitecturas de papel que esperan, agazapadas, entre las hojas del libro, a que alguien lo abra para desplegar toda su energía cinética en una estructura que conquista la tercera dimensión", detalla Álvaro Gutiérrez.
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