La segunda jornada de ´Ávila mágica’ acogió talleres de magia y diversos espectáculos por la tarde, que culminaron con el ilusionista televisivo Jorge Blass, que dejó sorprendido al público con sus números de mentalismo con naipes ayudado por el público, o con el mágico y desconocido modo de atarse el cordón del zapato sin utilizar las manos, o con aros de metal que se unían y se separaban visto y no visto.
 
Miles de personas presenciaron el espectáculo ante el escenario, en sillas y en la grada, y la mayoría de pie, también una pantalla que siguió la evolución del mágico mago.
 
Mientras, también los monumentos abiertos de 21 horas a medianoche recibieron cientos de visitas, tanto la muralla como el Palacio de Superunda como los hornos postmedievales.

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