Con una pañoleta blanca al cuello representativa de la marcha. Ese fue el punto en común de los cientos de personas que participaron este domingo en la tercera edición de la marcha solidaria a favor de las personas con autismo. En total, la organización contabilizó cerca de mil inscripciones, aunque posteriormente fue algún caminante menos el que participó, puesto que algunos ciudadanos realizaron su donativo a la causa en los días previos en la caseta instalada en la calle de Santa Clara.

A las once de la mañana casi todos los participantes estaban preparados, pero las inscripciones de última hora hicieron retrasar el inicio de los actos. Así, sobre las once y cuarto comenzaba la lectura del manifiesto a favor de las personas con autismo y posteriormente, en torno a las once y media, los cientos de personas emprendían la marcha por la margen derecha del Duero hasta el merendero de La Aldehuela y regresaron al punto de partida.

Niños, adolescentes, jóvenes, adultos y personas mayores quisieron acudir en familia a esta marcha que cumple su tercera edición. Además, como en ediciones anteriores, el recorrido se podía hacer caminando, corriendo, en patines y en bicicleta. Lo importante, como siempre en este tipo de iniciativas, era la participación, la colaboración con la asociación de autismo y también la visibilidad que se le da en días como estos a este tipo de agrupaciones que tratan de ayudar a las familias que tienen alguno de sus miembros con autismo.

 

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