Nació hace 55 años en Pozoantiguo, está casado, tiene tres hijas y es agricultor profesional, lo que significa que valora como nadie los orígenes de una cooperativa de crédito que también ha sabido adaptarse a la marcha de los tiempos y diversificar su cartera de clientes y sus lugares de implantación. Sin ir más lejos, la entidad acaba de inaugurar tres nuevas sucursales en Valladolid
-Un agricultor profesional como presidente de Caja Rural de Zamora sabrá barrer para dentro…
-La agricultura y la ganadería es el sustrato en el que nació Caja Rural de Zamora y tenemos que seguir barriendo para casa porque gracias a estos sectores hemos seguido creciendo pero yo creo que nos debemos a toda la ciudadanía y, dentro de esta, a cualquier pequeña y mediana empresa, cualquier autónomo, familia y estructura social que nos presente proyectos. Por principios, debemos estudiarlos y, si podemos, apoyarlos. Seriamente, viendo si los temas son interesantes pero, por supuesto, siempre ver los proyectos, siempre dar un punto positivo.
-¿Qué cultiva?
-Cultivo un poco de todo porque tenemos una pequeña empresa familiar. Cultivamos cereales, leguminosas, entre ellas, producimos guisante verde. Ahora ya está pasada la temporada.
-Unos buenos guisantes frescos son casi imposibles de encontrar para el consumidor.
-(Sonríe). No es fácil. Yo me los tomo crudos o con un poquito de jamón, salteados, o con unos huevos escalfados… Es que se pueden tomar de muchas maneras diferentes. También te puedes comer la parte exterior de la vaina, lavadita, como hacíamos de chicos.
-¿A qué dedica el tiempo libre?
-Desde ver tele en algunos ratos, porque me gustan los deportes, cualquier tipo de deporte, meter ratitos reparando el jardín de casa y también muchos momentos, si tengo tiempo, para viajar y para la lectura. Poquito a poco, complementando con pequeñas cosas.
-¿Cómo ha sido el aterrizaje en el cargo?
-La verdad es que, de momento, simplemente han sido saludos y luego: “Bueno, ya hablaremos”. Por lo menos, sabes por dónde van los tiros. Algo habrá que negociar o renegociar. Será para solicitar algo, que sea para bien.
-¿Es difícil asumir la responsabilidad de tener en las manos la posibilidad de ayudar a tanta gente que atraviesa momentos difíciles?
-Yo creo que realmente nosotros, como presidentes en Caja Rural, somos más bien representativos. Sí que dependen muchas familias de nuestros técnicos: Dirección general, equipos de comunicación, equipos directivos, de control de riesgos porque hay que dar créditos, porque esto funciona dando créditos y concediendo hipotecas… Moviendo el dinero. Nosotros hemos seguido dando créditos y queremos seguir dando créditos.
-¿Cómo consiguen dar crédito y mantener tan bajo el índice de morosidad?
-Se logra haciendo los estudios económicos y de viabilidad correctos. Yo creo que eso es lo más importante. Sí, el índice de morosidad de Caja Rural de Zamora es de los más bajos. Después está la sección de la Caja con respecto a los servicios sociales y ahí estamos metidos nosotros.
-¿Le tranquiliza el hecho de que la Caja no haya entrado en falso en la distribución de productos financieros complejos?
-Por supuesto. Es mucha tranquilidad saber que tu gente, tus técnicos han actuado correctamente, no han querido complicarse la vida ni meter en fangos a los clientes y los socios y han mantenido la cercanía y el conocimiento de las personas, que ha sido algo muy importante. Yo creo que se va a seguir trabajando sobre la cercanía, la banca personal y querer que la gente crezca de forma razonable, con respecto a sus posibilidades y a tu ayuda. Entonces, al final, los dos vamos a caminar hacia delante.
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