La obtención de mieras es un privilegio de algunas zonas concretas del planeta que por su clima y las especies que las pueblan hacen posible una producción natural, anual y renovable, compatible con la explotación maderera de las mismas masas forestales. El aprovechamiento de resinas de pino o mieras en la provincia de Soria, como producto natural, ecológico y renovable, ha aumentado considerablemente en los últimos tres años, significando un ápice de esperanza en torno al sector resinero. De tres ayuntamientos que solicitaron resinación en Montes de Utilidad Pública en 2011 se ha pasado a 14, a los que hay que sumar un monte particular.
 
Este sector ocupa a trabajadores locales que se sienten responsabilizados del cuidado de las masas forestales, lo que reduce los riesgos de incendio y desertización. También se ha incrementado notablemente en este período de tres años el número de empleos directos, pasando de 7 a 53 resineros, contribuyendo a fijar población en nuestros pueblos.
 
En la primera transformación la resina se llama miera tras extraerse del pino y al llegar a las fábricas se denomina trementina. En la segunda transformación se produce aguarrás y colofonia, productos muy valorados en la industria química y a partir de los cuales se genera brea o pez. Su principal competidor es el petróleo y sus derivados, pero la miera sigue siendo muy valorada en la industria química, siendo la industria de la Unión Europea consumidora de un 25 % de la producción mundial.
 
Motivos para resinar
 
La coyuntura actual es favorable para incrementar los niveles de producción de resinas naturales en nuestra tierra. China, máximo productor mundial de resina, está sufriendo problemas por el desarrollo socioeconómico del país y la falta de una política forestal cuidadosa. El cambio en la situación internacional ha coincidido con la crisis económica en España, por lo que la demanda de empleo en la actividad resinera ha sido muy alta y, pese a las dificultades, los trabajadores se mantienen en la actividad, con bajísimas tasas de abandono. Por todo ello, hay tres razones fundamentales para resinar en nuestra tierra: la creación de empleo, el consumo nacional y europeo y la protección de los pinares.
 
Por otra parte, estamos asistiendo a una transformación en las técnicas tradicionales de obtención de mieras que, al tiempo que mejoran su competitividad a nivel internacional, son menos agresivas y permiten ampliar el abanico de posibilidades laborales aplicables.
 
Motivos para la esperanza de un sector en auge
 
En los últimos 3 años se ha producido un incremento notable de los precios de productos resinosos en el mercado internacional. Esto ha coincidido con una fuerte crisis y desempleo en el medio rural, por lo que el aprovechamiento de resina ha crecido enormemente, iniciándose con fuerza también en Soria.
 
Por el tiempo transcurrido puede asegurarse que esa coyuntura de precios no ha sido puntual ni debida a movimientos especulativos en el mercado chino, sino que hay causas estructurales que lo explican como el descenso de los pinares susceptibles de aprovecharse, el incremento de los precios de mano de obra en ese país, el aumento del consumo propio de los países productores, etc., por lo que las industrias ya están buscando nuevas fuentes de aprovisionamiento.
 
Ello ha propiciado la reciente apertura de una nueva destilería en Cuéllar y el creciente interés por la producción europea. Además, ante la evidencia de las posibilidades del sector para fijar población estable en el medio rural, de las ventajas de esta vinculación laboral con el propio monte como medida preventiva de incendios y de ingresos en los ayuntamientos, se plantea establecer un programa de colaboración entre administraciones para intentar dar estabilidad a este aprovechamiento en la provincia de Soria.
 
El óptimo biológico: Pinus pinaster
 
Las causas principales que nos obligan a no olvidarnos de la resina y fomentar este sector que en otro tiempo tuvo gran importancia son: el Pinus pinaster es el óptimo biológico en muchos ecosistemas españoles y la resinación es una de las fórmulas para asegurar la conservación de los mismos al aumentar su rentabilidad e interés social; con la resinación tenemos una mayor vinculación y presencia física del resinero en el monte; la resina española es un recurso natural y renovable, según los empresarios, mejor que la de otros productos importados; en la Unión Europea existe un déficit de estos productos, pues el consumo de colofonias de la Comunidad Europea no ha disminuido, se mantiene en torno a las 150.000 toneladas y los únicos países de tradición resinera son Portugal, España y Grecia; España ha pasado de ser un país exportador de colofonias a ser un país netamente importador.
 
El paro y la crisis, la enorme cantidad de pinos resineros abandonados en España y la creciente demanda mundial de resina han creado una mezcla perfecta para relanzar un sector que tocó techo en los años sesenta. El resultado es que la resina ha multiplicado su producción en tres años: de 2.000 toneladas en 2009 a cerca de 10.000 en 2013, según las primeras estimaciones de CESEFOR. Para 2014 el sector aspira llegar a 15.000 toneladas, lejos todavía de las 55.000 toneladas que se extraían de los pinos en los años sesenta, antes de la emigración masiva a la ciudad, pero las expectativas son que siga creciendo a buen ritmo unos años más.
 

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