Contaba Juan Francisco García Marín al explicar que volvía a presentarse como candidato a Rector por segunda vez que era una decisión muy pensada, muy meditada. Quizás contribuía a ello la extrema dureza de una campaña rectoral, quizás poco conocida por quienes no estén imbuidos en el meollo universitario pero que puede llegar a ser bastante más cruel que una de la 'política grande'. En esta no han faltado tampoco ataques personales, 'trolls' buscando mover el voto en una dirección u otra y otras tretas electorales.

Con Marín Veterinaria vuelve a tomar el mando en la Universidad de León. Justo en un momento en el que la carrera 'buque insignia' de la institución atraviesa un momento delicado por la necesidad de lograr la acreditación europea del título, uno de los 'marrones' tempranos a los que sin duda tendrá que hacer frente el nuevo rector.

Al catedrático de Anatomía Patológica le va a faltar tiempo para asentarse en el sillón del despacho de El Albéitar. En marcha están ya las negociaciones de la nueva financiación universitaria y el nuevo mapa de titulaciones autonómicos. Tan avanzado que habrá que ver si la Junta da tiempo al nuevo equipo rectoral a asentarse para cerrar estos espinosos y decisivos asuntos. También habrá que ver si Marín retoca los presupuestos que ya le ha dejado (casi)aprobados el rector en funciones, José Ángel Hermida.

Otro asunto en la agenda del catedrático será la reclamación de la bajada de las tasas universitarias, que se ha comprometido a luchar ante la Junta. Cabe recordar que Castilla y León tiene las terceras tasas más altas de todo el país y que las familias leonesas, y del resto de la autonomía, son las segundas que mayor esfuerzo económico tienen que hacer para dar una carrera a sus hijos. En mayo debería conocerse la decisión de la Junta para las del curso 2016/2017 y el consejero del ramo, Fernando Rey, aseguró que bajarán "en cuanto se den condiciones económicas favorables". Lo que no ha dicho es cuando llegará ese momento.

Recuento agónico

Muchos nervios se vivieron en el departamento de Sanidad Animal donde Juan Francisco García Marín vivió el recuento de las elecciones. Antes de que se cerraran las urnas en el campus leonés ya se conocían los datos del campus berciano, donde se anotó una esperada victoria, preludio de la victoria final. Tanto que hubo momentos en que, por una escasa décima, la victoria recaía en Chamosa. El hecho de que hasta el final de la tarde no se conociera la votación del Personal Docente e Investigador (PDI) funcionario doctor, con un peso del 51% en el voto ponderado, desataba los nervios por lo lento y ajustado recuento.

Marín ganó entre el Personal de Administración y Servicios (PAS) y logró la victoria, sin dudar, a su gran ventaja entre los estudiantes. Cabe destacar la alta participación, en torno al 30%, que vuelve a situar a la Universidad de León como una en la que los universitarios más votan a su Rector. Y han sido fundamentales ya que otorgaron una distancia de 10 puntos ponderados que Chamosa no logró dar la vuelta pese a vencer entre el profesorado y personal de investigación.

Entre las victorias estudiantiles más destacadas están la arrasadora respuesta de la Facultad de Veterinaria por el nuevo rector y su victoria en Ingenierías, facultad del rector saliente Hermida. En Filosofía y Letras se produjo un empate técnico con victoria para Chamosa en su facultad de origen por los pelos. Algunos estudiantes ya apuntaban que votarían a Marín "porque es el cambio", quizás un símbolo de lo que ocurre en el país a nivel político.

De lo que sí puede presumir el equipo de García Marín es de haber ganado políticamente a la 'Gran Coalición' ya que tanto Juventudes Socialistas como Nuevas Generaciones apoyaban de forma notoria al candidato Chamosa. Tan surrealista fue la jornada electoral que, tras una denuncia de Chamosa por 'maniobras orquestales en la oscuridad' desmentidas por Marín, los de Podemos publicaron una nota de prensa manifestando que ellos no apoyaban a ningún candidato.

El rector electo puede presumir de haber ganado al favorito de la carrera, 'hereu' directo del 'hermidismo', con una campaña personal, de tú a tú. Marín ha ganado con vientos en contra pero convencido del 'Sí, se puede' y mostrando generosidad en la victoria ya que fue él, y no los derrotados Chamosa y Hermida, quien se acercó a saludar a sus rivales tras su ajustada victoria.

Marín y su equipo tienen ahora por delante una tarea grande, la de revertir los datos negativos de la Universidad de León de pérdida de alumnos, envejecimiento y escasa inversión. Y todo ello sin echarse atrás en sus promesas electorales, como la de reabrir las salas de estudio de El Albéitar cerradas por Hermida. Y con negociaciones ya abiertas fundamentales para ello. ¿Lo lograrán? Nuevo tiempo en la Universidad de León.

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