Ha sido una manifestación festiva en la que no ha faltado la música y con muchos de los participantes disfrazados para la ocasión, “como si fuera Carnaval”, según la portavoz, Juana Robledo. Algunos se habían disfrazado de tren y otros de jefes de estación, “en un pueblo muy ferroviario, en proporción el que más utiliza el tren de la provincia”, ha añadido.
Con pancartas como 'El tren es nuestro derecho' y 'Trenes de primera para ciudadanos de tercera', más de 500 personas -según los organizadores- participaron en la protesta el domingo por la mañana, después de que hayan acudido a la estación de Ávila un día con una jota reivindicativa, y otro día para comer esperando al tren, como deben hacer los estudiantes que acuden de la localidad y que hasta el día 2 no tenían ese problema.
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