En la margen izquierda del Tormes, el Arrabal del Puente es uno de los barrios más antiguos que conforman la ciudad de Salamanca. Humilde, salvaguardando la grandeza e importancia histórica que adquirió en el siglo XIX, esconde ante la majestuosa mirada de las catedrales el pequeño templo de la Santísima Trinidad al que cientos de fieles acuden a profesar su fe a Nuestra Señora de la Encarnación.
Un año más, en la víspera de Pentecostés, la imagen de la Santísima Virgen volvió a salir en procesión recorriendo algunas de las apenas veinte calles de las que se compone el barrio. Recibió honores y plegarias por parte de sus vecinos tras la Misa Castellana.
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