La salmantina María Suré publica su cuarta novela, 'Huérfanos de sombra': "Todos llevamos una parte oscura dentro o hemos sufrido; la vida no perdona"

La escritora de Santiago de Puebla ahonda en temas como el sentimiento de culpa y las sombras del pasado en su último trabajo, un thriller ambientado en la Sierra de Francia

María Suré
María Suré

El peso de la culpa y las sombras del pasado son algunas de las cuestiones que rescata la salmantina María Suré, natural de Santiago de Puebla, en su nueva novela: ‘Huérfanos de Sombra’, un thriller ambientado en la Sierra de Francia, donde desaparece un niño de ocho años y en cuyas inmediaciones aparecen un vecino y un perro muertos. La investigación recae en dos guardias civiles con personalidades muy diferentes, tan distintas como las vivencias y los oscuros secretos que arrastran personajes como Toribio, el abuelo del menor, o Hannah, una anciana de origen checo que recaló en Aldeanegra junto a su hija tras haber sufrido las miserias de la Segunda Guerra Mundial.

María Suré, que actualmente trabaja en Valencia como analista y desarrolladora de software, comenzó a escribir ya siendo una niña, pero no fue hasta el año 2015 cuando decidió dar el paso y publicar su primera novela: 'El color del perdón'. A esta le siguieron 'Proyecto B.E.L' (2017), 'Lágrimas de polvo rojo' (2022) y, más recientemente, 'Huérfanos de sombra' (abril de 2023), la primera de sus obras ambientada en su ciudad natal. Más concretamente, en la Sierra de Francia, en un pueblo ficticio donde "el bien y el mal tienen memoria". 

¿Nos puedes hablar un poco de tu última novela, ‘Huérfanos de sombra’, de lo que has querido plasmar en ella?

Es una historia de superación, la de Hannah, una niña judía que tiene que huir de la República Checa cuando tiene siete años. La vida le va poniendo trabas, pero ella es un personaje muy fuerte que consigue levantarse una y otra vez. También está el tema del perdón, de las cargas que uno lleva en la mochila por vivencias del pasado y que no puedes evitar que te vengan a la cabeza, y de ese dolor que transforma un poco tu forma de ser o que te cambia. Por ejemplo, Toribio lleva una mochila muy pesada a la espalda por algo que sucedió cuando era joven y es algo que ha marcado su carácter. Es una persona cerrada que acaba bebiendo y que se aísla un poco de la gente hasta que llega su nieto. Quería expresar cómo una persona, en este caso un niño pequeño, puede cambiar la vida de alguien.

¿Crees realmente que los crímenes de nuestros antepasados se heredan?

No sé si se heredan, pero creo que sí que te pueden llegar a marcar. Estamos hartos de oír lo de siempre, que a lo mejor los hijos pagan por los errores de los padres. Es posible que muchas veces ocurra, pero desde luego sí es algo que deja huella. Hannah va arrastrando los pecados de otros, aunque no sean sus familiares, mientras que Toribio es una persona muy complicada para convivir con ella por lo que lleva detrás y todos los que se relacionan con él, como su hijo, acaban sufriendo también.

Conseguir el perdón de alguien o lidiar con la culpa es algo que puede llegar a obsesionarte

No es la primera novela en la que tratas el sentimiento de culpa o las sombras del pasado, ¿por qué te interesan tanto esas dos cuestiones?

Es algo que puede llegar a marcar el carácter y a obsesionarte. Tanto el conseguir el perdón de alguien, como le pasa al terrateniente que aparece en la novela, como el lidiar con la culpa por algo que has hecho. Imagino que cuando te ocurre algo grave, seas o no el responsable, y te miras cada día al espejo, quieras o no, vuelves a verlo. Es algo que está ahí para siempre contigo, ¿no? Entonces, aunque intentes olvidarte, siempre está y por eso te acaba marcando el carácter. Sí que suelo jugar un poco con las emociones de los personajes, con la parte oculta que llevamos todos dentro, con lo que una persona es capaz de hacer bajo presión o si le tocas la tecla adecuada. A lo mejor, la persona más buena o más más sensata es capaz de hacer una locura si le presionas con algo que de verdad le afecta. Todos llevamos una parte oscura dentro y a todos nos ha pasado algo también. Yo creo que la vida no perdona. O eres muy joven y todavía no te ha pasado nada o todos tenemos alguna pata coja en la familia o en la existencia. Y el que dice que no es porque no lo cuenta.

Precisamente, llama la atención que todos los personajes de ‘Huérfanos de sombra’ sean muy desgraciados o se hayan enfrentado a alguna pérdida importante.

Es verdad (risas). Al final, es un poco cómo cambia la vida de todos cuando aparece el niño y cómo todo el sufrimiento del pasado puede llegar a cambiarse de alguna manera. Esa era mi idea.

Imagen de la portada de 'Huérfanos de sombra'
Imagen de la portada de 'Huérfanos de sombra'

¿Por qué has decidido situar parte de la acción de la obra en la Sierra de Francia?

Soy de Salamanca y siempre me ha gustado ir por La Alberca y el Parque Natural de las Batuecas. Me metía en la zona en la que empezaban los bosques de castaños y me parecía como muy misteriosa. Luego, un poquito más abajo, están Las Hurdes, con esa igual fama de lugar oscuro y un poco perdido. Y, para situar una novela negra, a mí me apetecía un lugar aislado en el que viven pocas personas y donde estas suelan ser más cerradas y tengan otro tipo de comportamiento. También donde haya una cultura diferente a la que conocemos en las ciudades.

¿Te inspiraste en algún pueblo en concreto de la provincia para crear Aldeanegra?

En todos y en ninguno. Estuve investigando varios pueblos que había por la zona, alguno muy pequeñito, pero no me he inspirado en ninguno en concreto. Sí que quería que hubiera una mina cerca y que la historia no se centrara en un pueblo real, porque quizás alguien se pudiera haber ofendido de alguna manera, no lo sé. Tampoco existía el pueblo ideal para utilizarlo, por lo que decidí crear uno ficticio.

En ‘Huérfanos de sombra’ tampoco faltan las referencias a la gastronomía local, a leyendas o a festividades como el Lunes de Aguas, ¿te gusta presumir de tu ciudad natal?

Hombre, claro, era mi oportunidad (risas). Quería mostrar un poco la vida en los pueblos, la vida cotidiana que la gente de la ciudad normalmente desconoce, con sus cosas buenas y sus cosas malas, porque cuando vives en un pueblo pequeño tienes cosas preciosas, como la libertad de la naturaleza, y luego hay otras cosas que no son tan agradables. Eso pasa en todos los sitios. También me apetecía enseñar la cultura, la gastronomía o las leyendas que puede haber por la zona, como la del Lunes de Aguas o la del cocodrilo de Santiago de la Puebla.

Hace poco presentaste la novela en Salamanca, ¿cómo fue la acogida del público?

La verdad es que muy bien. Hizo un día así un poco desapacible y pensábamos que iba a venir poca gente, pero al final acudió bastante. Estuvimos un buen rato charlando y fue muy agradable. Creo que acabamos todos contentos con la historia, con lo que conté y que les gustó bastante. Cada vez que voy a Salamanca me siento muy arropada por mis paisanos.

Como escritora o como lectora necesito un aliciente, un misterio que resolver, que haya algo que me haga seguir leyendo para saber qué es lo que va a pasar

Gracias a tus cuatro novelas hemos podido comprobar que tu especialidad es el thriller, ¿algún autor del género que admires?

No es género negro, pero empecé leyendo mucho a Stephen King. También me gustan mucho Pierre Lemaitre, Dolores Redondo, Carmen Mola o Pere Cervantes... ¡Hay un montón!

En ‘Huérfanos de sombra’ también se pueden vislumbrar tintes de novela histórica a través de las vivencias de Hannah. ¿Te gustaría adentrarte más en dicho género en el futuro?

Solo novela histórica... Creo que no, que me haría falta algo más. Igual, histórica mezclada con negra podría ser, no lo descarto. Como escritora o como lectora necesito un aliciente, un misterio que resolver, que haya algo que me haga seguir leyendo para saber qué es lo que va a pasar, cómo resolver ese puzzle y ver qué misterio hay detrás. No creo que cambie. Me quedo en el género negro aunque le dé algún tinte de otro. De todas formas, lo de encasillar una novela en un género no me acaba de gustar. Por ejemplo, ¿dónde encasillas ‘Huérfanos de sombra’? No acaba de ser negra, tampoco es histórica. Es complicado decir a qué género pertenece a veces una novela. Mientras esté bien escrita y tenga una buena trama y unos buenos personajes, que enganche… al final es lo que busca el lector. 

Y hablando de futuro, ¿estás trabajando en un nuevo proyecto literario? 

El año pasado publiqué una novela titulada ‘Lágrimas de polvo rojo’, ambientada en Valencia. Cuando salió, no había pensado hacer una saga ni continuar con ella, pero muchos lectores empezaron a decirme que necesitaban más, que los personajes continuasen… Yo misma me di cuenta de que esos personajes tenían mucho que decir todavía y empecé a escribir una segunda parte. Ya la tengo acabada, pero aún falta mucho trabajo antes de enviarla a la editorial. Imagino que se publicará el año que viene y no me he puesto a hacer más porque no me da la vida (risas). Estoy en plena promoción de ‘Huérfanos de sombra’ y es complicado.

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