​El cineasta ‘salmantino’ que busca financiación para sacar adelante su documental sobre el flamenco y el Alzheimer, porque la música ‘no se olvida’

Pedro Morato, estudiante de la UPSA, conoció en Bélgica a Paco Mora, el protagonista del film. Ahora busca lograr el dinero necesario para terminar de producir el documental En mis zapatos, que explora la relación entre el bailaor y su madre, quien recuerda las letras de la copla pese a su enfermedad

 Paco mora kUZD  620x349@abc
Paco mora kUZD 620x349@abc

Pedro Morato fue uno de tantos jóvenes que, hace unos años, cursó Comunicación Audiovisual en la Universidad Pontificia de Salamanca. Tras trabajar unos años en la ciudad charra, decidió emigrar a Bélgica, donde siguió dedicándose a la producción y realización de vídeos. Precisamente en uno de sus proyectos conoció a Paco Mora, un bailaor que participaba en un grupo de música a los que grabó un videoreportaje.

En ese momento, Pedro y Paco comenzaron a charlar. El bailaor, natural de Extremadura, contaba las dificultades que tenía al compaginar la música y el cuidado de su madre, enferma de Alzheimer. Hasta tal punto tenía problemas para conciliar que Paco tuvo que abandonar el flamenco -al menos temporalmente- para hacerse cargo de Carmencita, como la llama cariñosamente.

Sin embargo, Paco se dio cuenta de que su madre, pese a su enfermedad, recordaba las letras de muchas coplas. Con una gran pasión por la música desde pequeña -de hecho, quería ser bailaora-, el flamenco y la música servían para que, por unos instantes, pareciera que nada le ocurría, motivo por el que su hijo decidió continuar con esa terapia alternativa.

Años después, hasta tal punto llegó su ilusión que Paco se embarcó, junto a su madre, en una obra de teatro que funcionaba a la perfección ya no sólo ante la crítica del público, sino para la salud mental de su progenitora.

Eso fue el punto en el que Pedro, que ya conocía la historia, decidió grabar un documental del día a día de Paco y su madre. El bailaor no sólo no se opuso sino que dio vía libre, tal y como confirma el cineasta a SALAMANCA24HORAS. “Paco ya ha hecho un par de películas con Carlos Saura y algún anuncio, y está habituado a las cámaras”, relata.

Esto permitió realizar una película en su casa, “muy íntima, viva y humana, muy cercana a los personajes porque es la convivencia del día a día”, comenta Pedro, quien indica que aunque va sobre cómo Paco cuida a su madre con Alzheimer, la situación “se puede extrapolar a cualquier otra”.

Un guion abierto y una película sin cerrar por falta de financiación

El guion, como no podía ser de otra forma al ser un documental, estaba completamente abierto. “Preparamos algunas cosas que solían ocurrir en su casa pero, dada la situación, es imposible hacer un guion cerrado”, detalla Pedro, que pasó unos días con Paco grabando todo tipo de situaciones.

El problema no fue la grabación, sino lo que viene después. “Ha sido complicado encontrar financiación para la postproducción”, lamenta el cineasta, que tras buscar ayuda en algunas instituciones de la mano de Paco Mora, decidió lanzarse al financiamiento privado a través de un crowdfunding.

Ahora están tratando de lograr el dinero que falta para los gastos que quedan, “que son bastantes”, y la mayoría de ellos técnicos: el color, las licencias musicales, la cuota de presentación a los festivales de cine internacional y la presentación de la première en España.

Por el momento lleva un mes de la campaña de crowdfunding a través de la plataforma Kickstarter, en los que ha recaudado 5.000 euros. Le queda otro mes para lograr todo el dinero posible e ir tirando, puesto que el objetivo es terminar el documental este verano, aunque falte algún aspecto técnico, y presentarlo a festivales para así lograr más financiación, contactar con distribuidoras…

El primero de la lista es IDFA, el Festival Internacional de Documentales de Ámsterdam, que es uno de los festivales más prestigiosos del mundo en el campo del cine documental. De triunfar allí, que llegase al gran público -su mayor ilusión- sería más sencillo.

Se trata de la primera película de Pedro Morato, que si bien había hecho varios vídeos, nunca se había enfrentado a un largometraje. “Para mí fue un reto doble, porque tenía que grabar esa situación, de naturalidad, sin que ellos notasen la presencia de las cámaras. Eso fue lo más complicado”, reconoce.

Sabe que el coronavirus ha parado todo un poco y que no lo va a tener fácil. Pero a su favor juega la historia que cuenta. La de Paco Mora y su madre que, gracias al flamenco, a las coplas y a la música, consigue derrotar, aunque sea por minutos, a una enfermedad todavía poco investigada y que aplica uno de los mayores castigos que pueden sufrir tanto el que la padece como sus seres queridos: el olvidar cualquier recuerdo.

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