El ciclo de debates bajo el título “Cuadernos para el Diálogo”, organizado por la Universidad Pontificia, ha llegado a su fin. Este encuentro tiene como cometido recordar el valor del diálogo enmarcado en el contexto del franquismo. A las 12:00 han tenido lugar los últimos debates, a cargo de los ex ministros Ignacio Camuñas y Tomás de la Quadra Salcedo, y el catedrático de filosofía Liborio Hierro.

José Varela, catedrático de Historia Contemporánea, ha sido el presentador y moderador de la mesa. Unas cien personas han seguido esta jornada, que ha tenido como título “Cuadernos para el Diálogo” y la colaboración entre divergentes: el modelo de una convocatoria sin exclusiones.  Tomás de la Quadra Salcedo ha explicado que Cuadernos para el Diálogo hizo en su día una especie de trabajo de fondo, en medio de un contexto de divergencia de españoles con experiencias negativas, afectadas por el golpismo y la república, una sociedad integrada por dos Españas que no entendían.

“Quien fundó cuadernos para el diálogo hace una reflexión no sólo sobre ir a una democracia, sino de algo más.  La esencia de una vida democrática es aprender a respetar al otro y a dialogar (…) Para él personalmente fue un fracaso.” Ha usado de ejemplo a  Estados Unidos, un país que, según ha dicho, se muestra radical. “Dialogar es ser capaz de transigir, y no ver al otro como un enemigo al que hay que devorar”.

Así de contundente ha sido a la hora de criticar la política actual, basada en una lucha eterna, que no conduce a ninguna parte. “O yo o tú, y no hay término medio, y ese no es el camino. No podemos nunca demonizar al adversario incluso aunque estemos absolutamente en desacuerdo. La vida política ha hecho unos estereotipos, uno tiene que diferenciarse netamente del otro, y para eso tiene que negar hasta si es necesario la evidencia, y el otro lo mismo”. Este es el motivo de la poca credibilidad que asegura tienen los políticos de hoy en día.

“La gente asiste atónita a un espectáculo donde no cree a nadie”. El ex ministro opina que sería necesario contagiar más a la sociedad actual con el espíritu de Cuadernos para el Diálogo. Por su parte, Ignacio Camuñas no considera útil esta técnica para los problemas de hoy, ya que, insiste, la época y los problemas a tratar no son los mismos que entonces.

También ha recordado que en su origen, Cuadernos para el Diálogo nace para dar impulso a lo que él llama “finalizar la guerra civil”, dar por acabada la lucha y conseguir un clima de reconciliación para construir los cimientos de la nueva España. “Hoy la situación es muy distinta, porque la democracia ya está instalada. Yo creo que intentar trasponer los problemas y la metodología de épocas pasadas a los problemas que tenemos hoy no es estrictamente posible. Cuadernos surgió en un momento determinado, y hoy hay que utilizar otros procedimientos”.

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