Una vez más, la intención de la diputación, es, según ha explicado el diputado de cultura, Manuel Tostado, conjugar la calidad literaria y la huella salmantina a través de una divulgación asequible. Julio de Manueles alude como poeta a Jorge Manrique, y hace eco de la memoria de José Ledesma, desde una visión humana de Salamanca. El diputado también ha mencionado la memoria personalísima que caracteriza al escritor. Ezequías Blanco, por su parte, tiene un pintoresco bagaje desde que comenzó como estudiante de filosofía y letras. Es fundador y director de la revista 'Cuadernos del matemático', y ha trabajado como profesor de secundaria. Las obras de los dos escritores salmantinos conforman una recopilación de muchos de sus poemas.
Julio de Manueles ha definido su obra, 'Cómo se pasa la vida', como una expresión de sus emociones. El autor opina que la poesía se basa en eso al fin y al cabo, en un medio de plasmar parte del alma y las emociones. En su caso, lo hace a través de la escritura, pero esta liberación puede tener distintas formas, ya sean la pintura o la fotografía. Como muestra de humildad, ha especulado sobre los 34 poemas que componen el libro, como emociones que posiblemente no sean originales ni trascendentales, pero que pueden comunicar algo.
Por su parte, el libro de Ezequías Blanco, 'La realidad desentendida', encierra unas emociones mucho más crudas. El autor ha explicado los poemas contenidos como manifestaciones de pesimismo, nihilismo y melancolía, y salpicados de ingenio e ironía. La poesía de Ezequías es, además, difícilmente conceptualizable. Ha confesado que muchos críticos han sido incapaces de categorizarla en un estilo o corriente poética. “Yo escribo por instinto”. No obstante, algunas de las emociones plasmadas están llenas de vitalidad.
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