Antes de que se cumpla un año desde la anterior edición de Galería Urbana, ZOES y el colectivo Lemarte han organizado en el barrio del Oeste una nueva puesta a punto de arte a todo color. Una vez más las calles cobraron vida con los murales de más de sesenta artistas que han presentado su solicitud para participar. El plazo de inscripción se cerró el pasado 25 de mayo con artistas que comprenden edades entre los 18 y 30 años, muchos de ellos estudiantes de la Facultad de Bellas Artes. El pasado martes comenzaron a pintar los bocetos presentados en paredes, trapas y garajes de la Plaza del Oeste y las calles que de ella salen, concluyendo este jueves.
El fallo del jurado será el día 8 de junio en la propia plaza, y se entregarán tres premios a los ganadores, un primero de 550 euros, un segundo de 350 y un tercero de 150 euros. A esta edición se suma un nuevo proyecto con perspectivas de futuro, que tratará de impulsar el turismo mediante la publicidad de Galería Urbana y el barrio del Oeste.
Inmaculada Cid, presidenta de ZOES, ha señalado que las obras que se presentan a Galería Urbana se han ido incrementando con los años, y que se trata de “un proyecto de transformación social”, y que se basa en “un legado más amable que dejan los jóvenes en el que vivir”. Elena Gómez, parte del jurado, y vecina del barrio, ha insistido en que otros años les costaba conseguir que los vecinos y comerciantes cedieran sus espacios para que los participantes los pintaran. “Ahora hay lista de espera para ofrecer garajes y demás”, comenta.
Ahora mismo hay unas sesenta obras adornando el barrio del Oeste. María Crisóstomo, también parte del jurado, ha recalcado que algunos artistas repiten la experiencia, y que harán un seguimiento de cómo evolucionan las obras a través de las redes sociales Facebook y Twitter, además de subir un vídeo. Inmaculada Cid ha asegurado que Galería Urbana está revitalizando el barrio no sólo estéticamente, sino también desde un punto de vista económico.
“Parece que atrae a los comerciantes para que instalen sus negocios, y dos de ellos incluso han contratado a un empleado cada uno con contrato indefinido, porque dicen que tienen más afluencia de clientes”. Puede que esta iniciativa acabe por convertirse no sólo en una actividad artística y divertida, sino que acabe siendo un reclamo y ejemplo para que otros barrios sigan.
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