El director del Servicio de Actividades Culturales, Manuel Heras; el tutor del proyecto, Aquilino González; y la autora de la colección, Juana Ciudad, explicaron cómo se propone a las luciérnagas como excusa para hablar de la oscuridad y la luz, de la vida y sus misterios, del progreso y sus efectos secundarios, de lo que se añora, de la belleza, de la grandeza de lo más pequeño.
Una excusa para buscar, para hacer, para crear, para dibujar, esbozar y para jugar con nuevos materiales expresivos, sorprendentes e inesperados. Para descubrir lo que uno sabe y para aprender lo que desconoce. Una indagación, casi todo arte lo es, en uno mismo y en esa burbuja que nos circunda.
Una excusa para pensar, para partir de unas incertidumbres y llegar a otras, un camino para hacerse preguntas donde lo más importante no es la respuesta sino las otras preguntas que van surgiendo. ‘Luciérnagas. Afinidades electivas’, partiendo de esa excusa, se convierte en una invitación a la reflexión pero también en una oportunidad para sentir. Entrar en una sala a oscuras y esperar que algo suceda, que surja la emoción.
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